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Desafiando el status quo: La imaginación como brújula en tiempos de incertidumbre (Parte 1) 

Por Víctor Moctezuma*

Nada es predecible en el entorno empresarial. Las noticias muestran que las variables cambian tan rápido como los estados de ánimo de aquellos que toman decisiones importantes en la economía y la política. Por lo tanto, la adaptación se vuelve crucial frente a cambios constantes.

La adaptación ocurre con frecuencia cuando una organización se encuentra cómoda en su zona de confort y, de repente, un evento desconcertante genera confusión, desencadenando una serie de reacciones que, en su mayoría, podrían haber sido planeadas y anticipadas de manera efectiva.

Esta sacudida puede tener efectos positivos si obliga a la organización a decidir entre seguir en la inercia o adoptar un enfoque agresivo y novedoso, proponiendo estrategias que no se han explorado o que se han pasado por alto en el pasado. El resultado de este ejercicio mental transforma las creencias arraigadas y permite una interpretación fresca de las oportunidades.

A diferencia de la adaptación, donde la cultura organizacional a menudo comprende y fomenta los cambios a medida que se implementan, la innovación ocurre fuera de los límites de lo ordinario, lo que genera resistencias desde el status quo y, en ocasiones, limita el impacto del cambio que podría lograrse.

Crear innovación a partir de cambios radicales implica imaginar nuevos sistemas. Requiere reconsiderar las variables desde diferentes perspectivas y considerar los posibles efectos, buscando la combinación óptima que anticipe las consecuencias y resuelva los problemas de manera simple pero elegante.

¿Por qué las organizaciones luchan por lograr la innovación a pesar de afirmar que es su máxima prioridad? Gran parte de esto tiene que ver con el paradigma de crear a través de mejoras incrementales, es decir, desde la adaptación. Para lograr la innovación, es necesario imaginar y construir con miras a las posibilidades más audaces, desafiando las creencias y cuestionando los dogmas autoimpuestos.

Operar de esta manera implica alejarse de la urgencia y la sensación de emergencia, ya que el próximo ciclo de negocios requiere una mente clara para encontrar el espacio creativo.

Es natural tener el instinto de replegarse y buscar refugio mientras se recupera terreno para idear soluciones, pero este cambio en el status quo se convierte en una nueva normalidad que debemos aprender a aprovechar, tal como hemos hecho en situaciones pasadas, incluyendo la pandemia. En el pasado reciente, ha habido otros momentos que definieron los cambios que nos trajeron hasta hoy. El enfoque prudente ante la incertidumbre debe permitir la construcción a largo plazo.

Las empresas que se brindan el espacio para imaginar y trabajar a partir de las posibilidades cambian su enfoque hacia la reinvención. Buscan oportunidades que la adversidad les permite explorar, considerando opciones más diversas en la aplicación de los recursos disponibles. Además, buscan construir alianzas poco usuales y utilizar tácticas más amplias para consolidar oportunidades poco exploradas, las cuales están más allá de la competencia original del negocio.

En el proceso de innovación, la imaginación desempeña un papel crucial al crear oportunidades y nuevos conceptos para el crecimiento. La capacidad de crear, evolucionar y aprovechar modelos mentales en escenarios aún no existentes impulsa este proceso.

La imaginación nos permite abrir un espacio de trabajo libre de las limitaciones del presente, reinventando nuestra concepción del valor. Si bien es crucial atender las emergencias, también es vital activar los mecanismos de supervivencia y romper con la inercia para diseñar el cambio. Para lograrlo, se requiere establecer un ritmo de reflexión que solo puede lograrse si los conceptos desafiantes del status quo demuestran tener suficiente peso para ser considerados.

Es importante que las compañías se abran a experimentar y construir escenarios creativos que conduzcan a la innovación y transformen sus modelos de negocio, permitiendo así resistir cualquier sacudida y aprovechar al máximo los efectos positivos.

De esta manera, la renovación a partir de la incertidumbre dará paso a una nueva adaptación. Por esta razón, la cultura organizacional debe mantener un espacio constante para cuestionar el «¿y qué tal si?». Solo a partir de ahí podrá comenzar la verdadera transformación.

 

*Víctor Moctezuma es empresario y emprendedor social y fundador de iLab, cuyo trabajo es lograr que las empresas, universidades, gobiernos y personas, logren reinventarse haciendo que sus ideas sean rentables, sustentables y escalables. 

Con más de 20 años de experiencia profesional y graduado de diversos programas de innovación y Emprendimeinto en MIT ha sido directivo en compañías multinacionales y reconocido como fellow por Ashoka Innovación Social.

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