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Hackea tu mente: Qué son los modelos mentales y cómo puedes pensar ‘fuera de la caja’ 

¿Qué hubiera pasado si Alexander Fleming hubiera creído que el moho era solo un contaminante y que no valía la pena investigarlo? No hubiera descubierto la penicilina, y quizá las infecciones bacterianas todavía estarían teniendo consecuencias devastadoras para la salud global. El mundo sería muy distinto al que conocemos hoy si este hombre no hubiera seguido un modelo mental que le dictaba buscar lo extraordinario en lo cotidiano y cuestionar lo aparentemente insignificante.

En 1928, mientras investigaba bacterias, Fleming notó que una de sus placas de Petri se había contaminado con un hongo y que, alrededor del hongo, las bacterias no crecían. En lugar de descartar la placa, Fleming se preguntó por qué sucedía esto. Su curiosidad y disposición para cuestionar lo evidente lo llevaron a descubrir el primer antibiótico de la historia, cambiando la medicina para siempre y salvando millones de vidas.

Este descubrimiento revolucionario surgió porque Fleming desafió su propio modelo mental, que habría considerado la contaminación como un simple error de laboratorio. Tuvo el atino de hacerse una pregunta incómoda, que suponemos fue algo así como un ‘¿y qué tal si…?’.

Los modelos mentales son ideas y creencias profundamente arraigadas sobre cómo funcionan y cómo deberían ser las cosas. Formamos esos patrones desde la experiencia, la costumbre y lo que el consenso define como el estado de normalidad generalmente aceptado, lo que nos predispone a comportarnos de ciertas maneras. 

Son estructuras mentales que ayudan a las personas a organizar y procesar la información, y a entender cómo se relacionan los hechos conocidos y por conocer. Si algunas veces no entiendes por qué las personas actúan como lo hacen, basta analizar un poco más a fondo sus modelos mentales, porque estos definen la manera en la que procesamos la información y en la que tomamos decisiones. Son la base que nos lleva a actuar de una u otra manera frente a una situación determinada en diferentes contextos. La próxima vez que no entiendas por qué alguien hace lo que hace, basta mirar cuáles son sus modelos mentales para entenderlo. 

Supongamos que una persona tiene un modelo mental que dice que «los negocios exitosos siempre necesitan una gran inversión inicial». ¿Qué pasa si la persona no tiene acceso a una gran cantidad de dinero? Se sentirá desanimada y puede que ni siquiera intente comenzar su negocio, ya que su modelo mental le dice que sin una gran inversión, el éxito no es posible.

Siguiendo el mismo ejemplo, ¿qué pasaría si la persona decide desafiar su propio modelo mental y asumir, aunque hasta el momento no tenga ninguna prueba, que “cada desafío es una oportunidad de aprender y crecer”? Seguramente, frente a la misma falta de fondos, en lugar de sentirse frustrada, podría ver cada reto como una oportunidad. Buscará formas creativas de financiar su negocio, como crowdfunding o inversionistas ángeles, y aprovechará la experiencia para fortalecerse con cada dificultad.

Al final del día, nuestros modelos mentales no solo definen cómo pensamos, sino también cómo decodificamos el entorno. Así que para cambiar nuestra percepción de la realidad o el estatus “normal”, debemos comenzar por analizar de dónde provienen los modelos que usamos y qué elementos retan o aportarían un ángulo de novedad que se convierta en aprendizaje. Porque de otra forma podemos ser víctimas del “cableado de nuestros cerebros”, asegura Elizabeth Thornton, en su libro “El líder objetivo: cómo aprovechar el poder de ver las cosas como son”.

¿Qué pasaría si interrumpimos las respuestas automáticas de nuestro cerebro, impulsadas por el modelo antiguo, y aprendemos nuevos y mejores modelos mentales?

“Cada vez que logras hacer esto, estás aflojando el circuito antiguo y creando nuevas conexiones neuronales en tu cerebro, lo que a menudo se denomina neuroplasticidad autodirigida”, asegura la investigadora, la cual se ha dedicado a apoyar a ejecutivos a transformar sus modelos mentales para, como ella dice, “ver las cosas como realmente son”.  

 

El papel de la neuroplasticidad en la transformación de nuestra mente

 

Muchas veces olvidamos que no somos entes automáticos, sino que a cada momento, podemos cambiar la manera en la que reaccionamos, incluso si hemos actuado de la misma manera toda la vida. 

Esto lo han investigado los científicos y han llegado a la conclusión de que siempre existe la oportunidad de generar nuevos caminos neuronales. Es lo que se conoce como neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y reorganizarse estructural y funcionalmente como respuesta a la experiencia. Esta capacidad no está limitada a la infancia, sino que se mantiene a lo largo de toda la vida, permitiéndonos aprender nuevas habilidades, adaptarnos a nuevas situaciones y cambiar nuestros modelos mentales.

La neuroplasticidad autodirigida es particularmente relevante cuando se trata de modificar nuestros modelos mentales arraigados. Es posible entrenar nuestro cerebro para que adopte nuevas perspectivas y enfoques, creando así patrones de pensamiento más eficaces y constructivos. Esto se logra de distintas maneras (que te mostraremos más adelante), pero entre estas se encuentran la exposición a nuevas experiencias que desafíen tu forma de pensar imperante. 

Este proceso no es instantáneo ni automático; requiere esfuerzo consciente y repetición para consolidar los nuevos patrones neuronales. Sin embargo, el potencial de cambiar nuestras respuestas automáticas y actualizar nuestros modelos mentales es una poderosa herramienta para transformarnos y crecer.

A medida que comprendemos mejor el funcionamiento del cerebro y la neuroplasticidad, podemos aplicar este conocimiento para superar obstáculos, mejorar nuestras habilidades de resolución de problemas y aumentar nuestra capacidad para innovar. 

 Al adoptar modelos mentales que fomenten la innovación y la eficiencia, las empresas y los individuos pueden adaptarse mejor a los cambios y desafíos del entorno, impulsando el progreso y la competitividad.

 

Así es cómo los modelos mentales pueden influir en la estrategia empresarial

 

¿Qué pasaría si te dijéramos que las decisiones que tomas en tu negocio no son realmente tuyas? Que cada elección, desde la estrategia de mercado hasta la gestión de personal, está influenciada por un conjunto de modelos mentales que has desarrollado a lo largo de tu vida, y que te hacen tomar las decisiones que tomas, incluso de manera inconsciente.

Desde una edad temprana, los seres humanos intentan dar sentido al mundo que los rodea a través de la observación y la experiencia. Desde niños aprendemos qué es divertido y qué es peligroso y debemos evitar.

El ensayista y estadístico Nassim Taleb, en su célebre frase, «Quiero vivir felizmente en un mundo que no entiendo», resume la realidad de nuestra limitada comprensión. Frente a esta limitación, recurrimos a nuestras experiencias pasadas para formar nuestros modelos mentales, y así explicar y entender el mundo. El economista y profesor de Yale, Robert Shiller, sostiene que nuestros pensamientos son un producto de las personas que conocemos y las experiencias que vivimos, pero a medida que vamos creciendo, necesitamos aprender otros modelos mentales más complejos que trasciendan la simpleza de la causa y el efecto, y que nos ayuden a tomar mejores decisiones. 

Esto se replica en el mundo de los negocios, en donde la estrategia empresarial está profundamente influenciada por la calidad del pensamiento y la toma de decisiones que adoptan los líderes, por ello, entre mejor pensemos mejores decisiones vamos a ser capaces de tomar. 

Charlie Munger, el socio de Warren Buffet, vicepresidente de Berkshire Hathaway y conocido tanto por su habilidad como inversor como por su enfoque multidisciplinario del pensamiento, sostiene que dominar una amplia gama de modelos mentales provenientes de diversas disciplinas es crucial para mejorar estas habilidades y que dominar entre 80 y 90 modelos clave puede transformar significativamente la capacidad de pensar y tomar decisiones en el ámbito empresarial.

Estos modelos no solo representan ideas fundamentales detrás de cada disciplina, sino que también proporcionan herramientas para comprender y resolver problemas complejos. 

Entender el costo de oportunidad, por ejemplo, un modelo mental esencial en la economía y en los negocios, nos ayuda a tomar decisiones más informadas al considerar el valor de lo que estamos sacrificando cuando elegimos una opción sobre otra. Al internalizar este modelo mental, podemos tomar decisiones estratégicas más eficientes, enfocándonos en minimizar costos y maximizar beneficios a largo plazo.

La ventaja comparativa –propuesta por el economista David Ricardo, al cual se le atribuye haber sentado algunas de las bases de la economía capitalista moderna– puede transformar nuestra perspectiva sobre la cooperación y la competencia en el ámbito empresarial. Este modelo nos enseña que todos los actores pueden beneficiarse mutuamente si se especializan en lo que hacen mejor, considerando los costos de oportunidad. Al adoptar este enfoque, las empresas pueden colaborar de manera más efectiva, optimizando sus recursos y alcanzando un mayor éxito conjunto.

Comprender que la continua renovación y reemplazo de productos y procesos anticuados por otros nuevos es esencial para el progreso económico, y aplicar este modelo mental –propuesto por Joseph Schumpeter– nos permite transformar de manera radical de qué manera abordamos la innovación, y nos ayuda a entender que esta no solo es necesaria, sino que la falta de ella lleva al estancamiento y la decadencia.

Para entender mejor la toma de decisiones y la motivación en el ámbito laboral, es fundamental conocer cómo las personas reaccionan ante diferentes incentivos y recompensas. Este conocimiento permite diseñar estrategias efectivas de motivación y gestión del personal, que no solo aumentan la productividad, sino que también fomentan un ambiente de trabajo positivo y alentador. Al adaptar los incentivos a las necesidades y deseos individuales de los empleados, las empresas pueden impulsar un rendimiento más alto y una mayor satisfacción laboral.

O en el campo de las matemáticas y las estadísticas, tener la capacidad de calcular probabilidades y usar la teoría de juegos para analizar situaciones estratégicas nos puede dar una ventaja competitiva para prever escenarios futuros y tomar decisiones informadas que maximicen los beneficios empresariales.

La selección natural también nos puede ayudar mucho a adaptarnos. Los escarabajos, por ejemplo, tienen la capacidad de cambiar de color para adaptarse a su entorno, y pueden inspirarnos a ser flexibles y adaptables frente a las cambiantes condiciones del mercado, permitiéndonos ajustar nuestras estrategias y productos para satisfacer las necesidades del cliente de manera más efectiva.

Dominar estos modelos mentales no solo enriquece nuestra comprensión del entorno empresarial, sino que también nos capacita para tomar decisiones estratégicas informadas que pueden conducir al éxito sostenible y al crecimiento en un mundo competitivo y complejo. Es fundamental porque sin un cambio en el modelo mental, cualquier intento de emular un modelo de negocio exitoso fracasará. 

La buena noticia es que podemos empezar a controlar nuestros procesos cognitivos para así responder de manera más objetiva a nuestra propia vida. Pero, ¿por dónde empezar? 

 

Así puedes transformar tus modelos mentales 

 

Lo primero que necesitas hacer es reconocer y ser consciente de tus propios modelos mentales. ¿Cómo piensas respecto a ciertas situaciones, por ejemplo,  frente al fracaso de un proyecto importante? Si analizas tu propio pensamiento, te darás cuenta de la manera en la que tu mente estructura las ideas. Quizá piensas que el fracaso es algo vergonzoso y, por tanto, no deseable, y ni siquiera tomas en cuenta lo mucho que puedes aprender de él.

Pero, ¿cómo saber que aprenderás del fracaso si ni siquiera sabías que este es uno de los mayores maestros en el mundo de los negocios? En este camino de transformar tus modelos mentales necesitas allegarte de la mayor información disponible sobre el tema que estás intentando cambiar o reflexionar. 

Siguiendo este mismo ejemplo, podrías estudiar cómo empresas exitosas como Apple y Amazon han aprendido de sus errores pasados para innovar y crecer. Apple, después de su casi bancarrota en los años 90, se reinventó bajo la dirección de Steve Jobs, lanzando productos revolucionarios como el iPod y el iPhone. Amazon, por su parte, ha fracasado en varios proyectos como el Fire Phone, pero ha utilizado esos aprendizajes para mejorar y expandir su negocio en áreas como el cloud computing con Amazon Web Services, su plataforma de servicios en la nube. 

En este camino debes incluso acercarte a aquella información que no concuerda con tus puntos de vista. Es más, nos atrevemos a decir que es mucho más importante que te expongas a ese tipo de información, porque es la que más va abrirte la mente si estás dispuesto a que la magia suceda. Ábrete a nuevas lentes para observar el mundo y este será un lugar con mucho más recursos disponibles para ti de lo que era ayer.

Enfrenta nuevas situaciones de manera consciente y repetida, aunque estas te generen inseguridad al principio, porque de esta manera te estarás abriendo a información nueva que, si lo permites, transformará y ampliará el modelo mental que tenías de las cosas antes de realizar este ejercicio.  

Tienes que saber que cambiar los modelos mentales, sobre todo los que están arraigados ya en nosotros, no sucede de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y perseverancia para trazar nuevos caminos neuronales y así puedas ponerte unos lentes nuevos que te abran a nuevas formas de entender el mundo de los negocios.

Es un proceso continuo de autodescubrimiento y crecimiento, en el que la práctica de la reflexión y la autoevaluación en tu rutina diaria puede convertirse en grandes aliados. Tómate un tiempo para analizar tus pensamientos, creencias y reacciones frente a diversas situaciones que vives día a día. Pregúntate a ti mismo por qué piensas de cierta manera y cómo podrías ver las cosas desde una perspectiva diferente. Por ejemplo, si siempre has visto la competencia como una amenaza, ¿qué pasaría si empiezas a considerarla una oportunidad para aprender y mejorar tu oferta?

Este ejercicio te ayudará a identificar y modificar gradualmente los modelos mentales que te están limitando y te permitirá expandir tus horizontes de pensamiento de manera efectiva y, cuando menos te des cuenta, verás que tu mente se habrá transformado y habrá creado un modelo mental más efectivo para enfrentarte a los obstáculos que implica innovar, crear algo nuevo o dirigir una compañía.

Hay algunos modelos mentales que nos juegan en contra y se les llama sesgos cognitivos, pero en una entrega futura te enseñaremos cómo superarlos.

Si quieres cambiar tu mundo, empieza por analizar tus propios modelos mentales. Así evitarás ser víctima del “cableado” de tu propio cerebro. Si logras desactivar las respuestas automáticas de tu cerebro y comienzas a actuar de manera distinta, vas a obtener resultados diferentes y que seguramente te sorprenderán.

 

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