Por Viviana Hernández, ilabber egresada de la generación 22 del programa Thinkcamp, de iLab
Entender la importancia de arriesgarse es uno de los mayores aprendizajes de mi vida. Lo aprendí a mi paso por iLab y es una de las cosas que más he podido aplicar en mi vida desde entonces.
Arriesgarse abre la puerta de las posibilidades de ganar y lograr tus objetivos, y esto ha sido una de las consecuencias que disfruté al finalizar el programa de emprendimiento de alto impacto Thinkcamp de Ilab, en el cual tuve la oportunidad de participar en el 2019, como parte de la generación 22 del programa.
Iniciar el Thinkcamp fue iniciar un proceso de muchos cambios. Las primeras dos emociones que tuve fueron miedo y adrenalina. Las sentí desde el primer día, cuando conocí a las 16 personas que formaríamos parte del programa. Ser la menor entre el grupo era como un peso sobre mis hombros y venir del sur del país era un reto doble en mi vida.
Con el pasar de los días, aprendimos que el conocimiento que teníamos era nulo comparado a lo que desaprenderíamos y aprenderíamos durante el programa, y cada una de las metodologías impartidas por los asesores nos ayudaron a buscar problemas antes que múltiples soluciones.
¿El resultado? Ocho nuevos emprendimientos tecnológicos enfocados en el desarrollo de soluciones tecnológicas para resolver distintos problemas globales.
Pasar por iLab fue una transformación total
Kerwallet, el emprendimiento en el que yo participé, fue uno de ellos. Kerwallet surgió de la necesidad de combatir los estragos del cambio climático y la brecha tecnológica de pequeños y medianos productores de granos y semillas, al desarrollar un sistema que permite detectar a tiempo la aparición de hongos en granos almacenados.
Tan solo en México, se ha estimado que las pérdidas de granos básicos después de la poscosecha llega a 25%, debido a la falta de tecnología en la detección temprana de estos organismos.
Perder el miedo al cambio fue el resultado de noches sin dormir, de pláticas con asesores y de la intervención de expertos en diferentes áreas que contribuyeron a que Kerwallet fuera seleccionado en la iniciativa del INCmty 2020 y a estar entre los mejores 12 proyectos de innovación tecnológica a nivel Latinoamérica en la categoría de prototipo.
Las alianzas que hice durante el Thinkcamp me han ayudado a poder desarrollarme en diferentes áreas dentro del sector tecnológico, desde trabajar con startups extranjeras hasta ejercer como ingeniero* dentro de uno de los proyectos más importantes del actual gobierno de México, como lo es la construcción de la nueva refinería Olmeca en Paraíso Tabasco, donde me ha tocado aplicar las diferentes metodologías y la resiliencia a los cambios y al entorno.
No importa si eres del sur, centro o del norte del país, si eres mujer u hombre, o tu edad, lo importante en asumir este reto es tener claro tu objetivo. ¿Qué estás dispuesto hacer para formar parte del 1% en el país que sí está haciendo algo para mejorarlo?
*Viviana trabaja como ingeniero en Villacero, un grupo 100% mexicano con más de 60 años de trayectoria, dedicado a la comercialización, transformación y logística en productos de acero en México, Estados Unidos y América.