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La tecnología ya transforma las cadenas de valor pero, ¿están las empresas preparadas para abrazar la revolución tecnológica?

tecnología y cadenas de valor

tecnología y cadenas de valor

Hace unos meses, Nike dio a conocer el ISPA Universal, la última innovación de la compañía, la cual consiste en un revolucionario híbrido de tenis, mocasines y suecos que combina en su diseño impresión 3D, inteligencia artificial y materiales sustentables. Según Nike, estos sneakers te permiten entrar al “futuro del calzado”, no utilizan ningún pegamento para unirlo y están hechos de espuma plástica de base biológica procedente de la caña de azúcar que luego se moldea y pule a mano. 

Durante la semana de la moda de Milán, La marca ofreció una exhibición en la que los usuarios podían crear a través de herramientas digitales, modelos impresos en 3D con sus propios diseños. 

Nike ha incluido a la tecnología en su cadena de valor y esta es solo una muestra. El mayor fabricante de ropa deportiva del mundo utiliza machine learning e inteligencia artificial también para conocer el “customer journey” de sus clientes y usa big data para optimizar su inventario en todos los canales gracias a predicciones de demanda hiperlocalizada para garantizar que los clientes puedan encontrar y comprar lo que más les interesa. 

También tiene robots especializados en reparar y limpiar zapatillas como B. I. L. L. (siglas de Bot Initiated Longevity Lab en inglés), el cual se encuentra en una tienda británica esperando ser replicado si tiene éxito y usa la realidad aumentada para probar productos, acceder a descuentos exclusivos y transformar la forma en la que compran sus clientes más jóvenes durante el regreso a clases. 

Además, la marca también ha desarrollado Nikeland, un metaverso que permite que sus fanáticos se reúnan, socialicen y participen en promociones y en otras experiencias de marca.

 

Otras empresas echan mano de la tecnología

 

Esta marca es un ejemplo excelente de cómo una empresa puede echar mano de las nuevas tecnologías –inteligencia artificial, análisis de datos y big data, impresión 3D, blockchain, realidad aumentada y virtual– para transformar su cadena de valor, es decir, las diferentes actividades que una empresa realiza para crear, entregar y vender sus productos o servicios, y con ello mejorar la eficiencia, reducir costos, hacer mejor el servicio al cliente, crear nuevos productos y servicios, ingresar a nuevos mercados o diferenciarse de sus competidores. El avance tecnológico trae a las empresas posibilidades infinitas. 

Además de Nike, existen otras empresas que han aprovechado las tecnologías para mejorar sus cadenas de valor y obtener ventajas competitivas significativas. Por ejemplo, Walmart utiliza tecnologías de automatización y robótica en sus centros de distribución para agilizar el proceso de cumplimiento de pedidos y mejorar la eficiencia en la cadena de suministro.

Otra organización destacada es Apple, que ha implementado tecnologías como la realidad aumentada en sus tiendas minoristas para ofrecer experiencias interactivas a los clientes y ayudarles a tomar decisiones de compra más informadas. Además, Apple utiliza la inteligencia artificial en el diseño y producción de sus productos, lo que le permite mejorar la eficiencia en la fabricación y personalizar la experiencia del usuario.

 

Los beneficios de la tecnología 

 

Actualmente, son cada vez más las compañías que están buscando integrar procesos tecnología y cadenas de valor, y cada tecnología permite mejorar a la empresa de una manera particular.  

Por ejemplo, la automatización y robótica mejoran la eficiencia y reducen los costos al automatizar tareas repetitivas y utilizar robots en la producción y logística y la inteligencia artificial (IA), permite optimizar procesos, personalizar productos y servicios, y tomar decisiones basadas en datos y análisis avanzados. 

Los ejemplos podrían seguir, porque cada vez está más demostrado que la tecnología y cadena de valor son dos variables puede traer numerosos beneficios para las empresas cuando la primera es implementada. Por ejemplo, es posible ver reducciones del 30% al 50% en el tiempo de inactividad de la máquina, aumentos del 10% al 30% en el rendimiento, mejoras del 15% al 30% en la productividad laboral y pronósticos 85% más precisos, según datos de la consultora Mckinsey. Con la transformación digital del cadena de suministros es posible mitigar riesgos y optimizar costos.

Sin embargo, las empresas grandes son las que más realizan esta transformación digital. Un estudio del Foro Económico Mundial, las pymes y las empresas de tamaño mediano reconocen que es un desafío importante la digitalización, (25%), pero se encuentran atrás en la adopción de tecnología y digitalización en comparación con empresas más grandes, a pesar de que esto las puede impulsar a crecer financieramente en un futuro a un costo relativamente bajo. 

 

Los retos de la tecnología y las cadenas de valor

 

El futuro de las empresas yace en la integración audaz de la tecnología y su cadena de valor. Es un desafío emocionante y, a veces, abrumador para las organizaciones modernas. 

Según expertos como la consultora Mckinsey, la clave radica en alinear estratégicamente el negocio con la cadena de suministro, sin quedarse atrapado en un “interminable purgatorio” de pruebas piloto. Hemos escuchado las historias de éxito, pero muchos todavía luchan por escalar y obtener los beneficios completos de sus esfuerzos de transformación.

Entonces, ¿qué deben hacer las empresas? En lugar de sentirse presionadas para agregar tecnología a toda costa, deben integrarla de manera inteligente en su estrategia empresarial. Necesitan un plan a largo plazo que identifique el verdadero potencial de la tecnología y cómo puede impulsar su crecimiento y eficiencia en toda la cadena de valor.

 La transformación digital es arriesgada, sí, pero el verdadero desafío radica en evitar quedar atrapado en pruebas aisladas, incapaz de expandir la implementación tecnológica en toda la organización.

Para tener éxito, las empresas deben establecer objetivos claros y comprender cómo la tecnología puede mejorar la calidad, la productividad y la experiencia del cliente. No hay una solución única para todos, cada organización tiene desafíos únicos y debe realizar una evaluación exhaustiva de las soluciones tecnológicas disponibles. La clave es encontrar las que se alineen mejor con sus metas y valores.

Pero aquí es donde muchas empresas tropiezan, explica la consultora. La tecnología no puede ser empleada de manera fragmentada, con equipos externos desconectados de los líderes y los valores de la organización. 

Además, es esencial personalizar la estrategia y adaptarla a las circunstancias y valores únicos de cada lugar. La implementación de tecnología no puede ser solo una obsesión por lo último en innovación. Necesita estar impulsada por el valor real que ofrece a la empresa, abordando los desafíos y requisitos específicos.

La transformación digital de la cadena de valor no es un viaje fácil, pero para aquellos valientes que lo logren, las recompensas son significativas. Una cadena de valor más eficiente, ágil y centrada en el cliente espera a aquellos que se atrevan a abrazar la tecnología en su máxima expresión. 

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