Ambos términos se suelen utilizar como sinónimos, sin embargo, la creatividad y la innovación no son lo mismo y es primordial conocer sus diferencias para entender su importancia y sacarles el mejor fruto en el mundo de los negocios porque la realidad es que ambas son esenciales si una empresa quiere triunfar y sobrevivir en el tiempo.
El reconocido psicólogo Daniel Goleman en un texto para el World Economic Forum hace una definición muy clara de creatividad. Esta la explica como la creación de cualquier cosa, ya sea una idea o un producto tangible, siempre y cuando lo que se cree sea de alguna manera distinto a lo que ya se ha hecho antes.
De esta manera, la definición de creatividad no tiene que ver con otro proceso más que con el de realizar cualquier cosa de forma distinta a como se había hecho previamente.
Sin embargo, la innovación es una cuestión más compleja. La innovación es la implementación de esta innovación. Es llevar a la práctica esa idea distinta al resto.
Para entenderlo de alguna manera, el punto de partida de la innovación es la creatividad.
En cuanto a negocios se refiere, si bien la creatividad es emerger con “la gran idea”, innovar consiste en ejecutar esa idea y convertirla en un negocio exitoso, explica Vijay Govindarajan, uno de los coaches más famosos en estrategia e innovación y autor bestseller del New York Times y del Wall Street Journal, en un texto para la Harvard Business Review,
Por decirlo de alguna manera, la creatividad e innovación son un binomio inseparable. Ambos procesos son dependientes, cuando se quiere llegar a la innovación. De lo contrario, una idea creativa puede quedarse solo en eso, en una idea sin ejecutar.
Diferencia entre creatividad e innovación
Mientras la creatividad es una habilidad, la innovación es un proceso. Esta última es la diferencia entre sugerir la idea de que un avión podría volar a través del espacio y construir un cohete que los astronautas pueden usar para llegar a Marte.
En este sentido, es importante hablar de personas creativas y personas innovadoras.
Las personas creativas son aquellas que comúnmente producen ideas nuevas y que en ocasiones, estas pueden ser viables, sin embargo, les falta llevarlas a cabo para convertirse en personas innovadoras.
Si bien para producir ideas nuevas una y otra vez se necesita creatividad, esta se queda corta cuando se trata de trabajar para resolver un problema a través de una solución innovadora. Alguien creativo piensa ideas pero estas no están atadas a resultados.
En contraste, un innovador no solo es capaz de generar ideas nuevas, sino que también tiene la habilidad de plasmar esa idea en una nueva solución que se traduzca en un nuevo producto o servicio que, gracias a sus capacidades, pueda producir resultados.
Por todo esto, es importante tomar en cuenta que si bien la creatividad no es suficiente, es necesaria porque participa en el proceso de innovación de manera fundamental.
Innovación, esencial para el desarrollo económico
Si bien la creatividad es importante, lo que realmente puede hacer un cambio en el desarrollo económico de los países es la innovación.
Que las empresas sean innovadoras es esencial. En la medida en la que hagan las cosas de forma distinta abrirán sus posibilidades a perdurar en el tiempo y no solo eso, sino a crecer sostenidamente.
Y esto, si se hace común a las empresas, puede detonar un crecimiento económico importante.
En América Latina, hay un mundo lleno de oportunidades para innovar, precisamente, porque las empresas no se concentran en buscar esa manera de hacer las cosas distintas y ejecutarla.
Es muy importante hablar de la innovación en los negocios porque en estos recae en mayor medida el crecimiento de las economías. Si las empresas paran, se para el mundo.
Así que con esta falta de innovación, los negocios que nacen pequeños así permanecen, cuando no mueren por no hacer las cosas distintas.
Sin embargo, hoy más que nunca, es esencial innovar. Con la llegada de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, en 2020 la economía latinoamericana se contrajo en 7.7%, lo que provocó que casi tres millones de empresas cerraran en 2020, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Precisamente debido a este panorama, la innovación es un imperativo para crecer, tanto para las empresas como para las economías. Si cada empresa –no importa el tamaño que sea– concentrara sus esfuerzos en hacer las cosas diferente al resto, América Latina tendría empresas más fuertes y capaces de sobrevivir la incertidumbre.
Es necesario que la innovación se convierta en un motor de cambio para todas las compañías de la región. De esta manera, no solo sus posibilidades de supervivencia aumentarían, sino también el bienestar de la región.