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El potencial de América Latina en la transformación digital: iLab reflexiona sobre los retos globales de la región en un foro organizado por la ONU 

En un paso significativo para la innovación tecnológica en América Latina, iLab participó en las sesiones de Summit of the Future de las Naciones Unidas, específicamente en los diálogos «Towards a Common Digital Future», donde presentó el potencial de la región para liderar la transformación digital y la sostenibilidad. Para alcanzar este objetivo, es esencial modernizar las pymes y dotar a los jóvenes de habilidades críticas que les permitan adaptarse a un mercado laboral en constante evolución.

La modernización de las pymes es crucial para acompañar a las pequeñas empresas en la transición de modelos de servicios tradicionales a servicios de valor agregado basados en el conocimiento. Esto fomentará la innovación frugal, que busca crear soluciones asequibles y efectivas mediante el uso de recursos limitados, a partir de acciones locales.

Por otro lado, dotar a los jóvenes de habilidades críticas es fundamental para que puedan adaptarse al mercado laboral, fomentar la innovación y el emprendimiento, y contribuir al desarrollo de soluciones sostenibles que respondan a los desafíos sociales y económicos de la región. América Latina cuenta con un inmenso bono demográfico, una biodiversidad inigualable y una diversidad cultural que la posicionan favorablemente para impulsar el desarrollo tecnológico y económico. Sin embargo, enfrenta varios desafíos clave: la brecha digital, la falta de infraestructura tecnológica adecuada y la urgente necesidad de capacitar a millones de trabajadores.

 

«El tiempo corre para aquellos desatendidos y poco calificados. La educación, el reciclaje y la mejora de las capacidades deben ser una prioridad para garantizar que las promesas del futuro sean accesibles para todos,» sostuvo Víctor Moctezuma, fundador de iLab, frente a los asistentes al foro.

 

 

La sostenibilidad como motor de cambio

 

Una de las reflexiones clave surgidas durante las sesiones de la ONU fue el papel de la tecnología no solo como motor de crecimiento económico, sino también como herramienta para mejorar la vida de todos. Si bien conectar a los países en vías de desarrollo sigue siendo un reto importante, la simple conectividad a internet y el acceso a dispositivos no son suficientes.

La verdadera transformación tecnológica en América Latina debe ir más allá, priorizando la equidad y trabajando en las habilidades de las personas a través del upskilling (desarrollo de nuevas habilidades) y el reskilling (reentrenamiento), para desbloquear su potencial y aprovechar las oportunidades que estas herramientas ofrecen. Esto es esencial para garantizar que mujeres, comunidades rurales y otros grupos vulnerables tengan acceso no solo a la tecnología, sino también a los conocimientos necesarios para utilizarla de manera efectiva, contribuyendo así a cerrar la brecha digital.

En este contexto, las barreras de derechos de propiedad intelectual también juegan un papel clave. Las normativas actuales en torno a la propiedad de tecnologías emergentes pueden limitar el acceso a soluciones innovadoras que beneficiarían a la región. Para lograr una transformación digital efectiva, es necesario diseñar marcos legales que permitan compartir tecnologías críticas sin poner en riesgo el crecimiento de pymes y emprendedores locales. Esto permitirá que América Latina se convierta en una región más equitativa y competitiva a nivel global.

 

 

En línea con los objetivos de sostenibilidad de la ONU, iLab reconoce la importancia de la sostenibilidad en la industria electrónica. Se busca que para el año 2050, la electrónica sea 100% sostenible, con cero emisiones, neutralidad hídrica y cero residuos. Sin embargo, un gran desafío que enfrenta la región es la contribución significativa del sector tecnológico a las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente los centros de datos y redes de comunicación, responsables de hasta un 45% del impacto ambiental.

Otra reflexión importante fue la necesidad de impulsar la economía circular a través de iniciativas como el uso de microfábricas y proyectos de plásticos circulares. Estas soluciones no solo contribuyen a la sostenibilidad, sino que también generan oportunidades económicas y laborales en comunidades locales. Este enfoque de «innovación desde lo local» aprovecha los recursos y el talento disponibles en las comunidades para desarrollar soluciones que respondan a sus necesidades específicas.

La integración de la economía azul en las estrategias de sostenibilidad también fue un punto destacado en las discusiones. América Latina, con su vasto acceso a recursos marinos, está en una posición única para capitalizar sectores como la pesca sostenible, las energías renovables oceánicas y el turismo ecológico. La economía azul no solo fomenta el desarrollo económico, sino que también contribuye a la preservación ambiental y a la creación de empleos sostenibles.

Como señaló Esther Dweck, ministra de Gestión e Innovación en los Servicios Públicos de Brasil, «el futuro es digital, pero también necesita ser verde e inclusivo.» La transformación debe abarcar una triple transición: digital, social y ecológica, para asegurar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los próximos años.

Otro punto clave para iLab es la necesidad de capitalizar las oportunidades que ofrece la globalización, especialmente en áreas como la transición energética, la atención médica accesible y el suministro equitativo de recursos. Para que América Latina sea verdaderamente competitiva en la economía digital global, debe dejar de ser solo consumidora de tecnología y convertirse en diseñadora y creadora de soluciones que beneficien a todos sus ciudadanos.

Uno de los grandes retos para las pymes de la región es acortar su ciclo de flujo de efectivo. Facilitar una mayor liquidez permitiría a estas empresas reinvertir en innovación y crecimiento, generando empleos de mayor calidad. Esto, a su vez, impulsaría una digitalización más equitativa, evitando que los avances tecnológicos excluyan a sectores menos favorecidos.

Por último, el fenómeno del splinternet fue identificado como una amenaza emergente. A medida que diferentes regiones desarrollan sus propios ecosistemas tecnológicos, existe el riesgo de que ciertas áreas de América Latina queden desconectadas de la economía global. Evitar el aislamiento digital será crucial para garantizar que todos los ciudadanos puedan acceder a las mismas oportunidades tecnológicas y educativas.

Como se destacó en el foro, cerrar la brecha digital y de acceso requiere una colaboración multilateral (multistakeholder) y el desarrollo de capacidades, involucrando a la sociedad civil, el sector privado, los gobiernos, entidades públicas y la academia. Solo a través de esta colaboración integral será posible crear soluciones sostenibles y equitativas para la región.

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