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El aprendizaje permanente de sus colaboradores está llevando a las empresas a una era de productividad inusitada

aprendizaje permanente

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En el vertiginoso mundo empresarial del siglo XXI, la productividad se ha convertido en el codiciado tesoro al que todas las empresas aspiran alcanzar. Pero, ¿qué diferencia a las organizaciones exitosas de aquellas que luchan por mantenerse a flote? 

En gran parte, la respuesta reside hoy en una poderosa herramienta que se ha tomado importancia entre los líderes empresariales: el lifelong learning, o aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida. Este concepto ha transformado radicalmente la forma en que las organizaciones operan y prosperan en un entorno empresarial en constante cambio.

En el mundo del lifelong learning, nadie personifica mejor este enfoque que Bill Gates, uno de los magnates más influyentes del planeta. Aunque abandonó las aulas de Harvard, Gates nunca dejó de aprender. Su insaciable sed de conocimiento lo ha llevado a seguir tomando cursos universitarios y a sumergirse en un océano de libros que amplían su perspectiva y le permiten ver el mundo desde ángulos inexplorados.

Con una dedicación feroz, Gates se sumerge en la lectura durante una hora cada día y devora alrededor de 50 libros al año. Pero su afán de aprendizaje no se detiene ahí. Elige utilizar programas y videos en línea para adquirir nuevas habilidades y mantenerse al tanto de las culturas globales y los eventos mundiales, como Khan Academy, que ofrece videos instructivos o Code.org, una plataforma para aprender programación.

El empresario enfatiza en la importancia del aprendizaje continuo y la curiosidad, pues son estas cualidades las que impulsan el crecimiento personal y permiten a las personas mantenerse relevantes y adaptarse a un mundo en constante evolución. Él afirma que el envejecimiento no comienza hasta que dejamos de aprender cosas nuevas.

 

El aprendizaje permanente, esencial para enfrentar la incertidumbre 

 

Ahora, imagina una empresa donde los empleados no solo se centran en sus tareas diarias, sino que también se embarcan en un viaje de aprendizaje constante que les permite adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. Un lugar donde los colaboradores se esfuerzan por estar a la vanguardia de las últimas tendencias y avances en su campo. Esta mentalidad de lifelong learning se convierte en un catalizador para la productividad y la innovación, al igual que en el caso de líderes visionarios como Bill Gates.

No es de extrañar que el Foro Económico Mundial considere el aprendizaje continuo como una de las habilidades esenciales para que los trabajadores se adapten a la automatización y la inteligencia artificial. Según el último informe del Foro, el lifelong learning se encuentra entre las primeras cuatro habilidades que están ganando cada vez más importancia en la actualidad.

En respuesta a los desafíos sociales y económicos que enfrentamos actualmente, estamos presenciando una tendencia hacia la revalorización de habilidades y el fortalecimiento de la importancia y el alcance del aprendizaje permanente y el desarrollo de habilidades. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que el aprendizaje continuo se ve cada vez más como un componente fundamental de la sociedad y una clave para el futuro del trabajo.

 

Así ayuda el aprendizaje permanente a los negocios 

 

Pero, ¿cómo se traduce el lifelong learning en términos de resultados empresariales tangibles? Los estudios demuestran que las organizaciones que priorizan el aprendizaje continuo experimentan mejoras significativas en la productividad, la eficiencia y la capacidad de innovación, además de abordar la brecha de talento y la rotación de personal.

Según un informe de la plataforma TalentLMS y la Society for Human Resource Management (SHRM), más del 75% de los empleados afirman que es más probable que permanezcan en una empresa que ofrece capacitación continua. Al mismo tiempo, el 86% de los gerentes de recursos humanos aseguran que la capacitación aumenta la retención.

En este sentido, contar con líderes y expertos que comprendan la importancia del aprendizaje continuo y estén dispuestos a invertir en él es clave para el éxito del lifelong learning en las empresas. Según McKinsey, consultora líder en el ámbito empresarial, casi el 80% de los líderes empresariales encuestados afirman que el desarrollo de capacidades es extremadamente o muy importante para el crecimiento a largo plazo de sus empresas.

La importancia del lifelong learning se refleja claramente en los resultados de otro ejercicio realizado por la misma consultora. Según el estudio, el crecimiento de la productividad global podría aumentar en al menos un 1%  si las empresas se comprometen en esfuerzos constantes de actualización y mejora de habilidades como parte de un aprendizaje permanente. Esto demuestra la relevancia y el impacto del lifelong learning en el crecimiento empresarial a nivel mundial.

 

Las que triunfan son las que apuestan

 

A la luz de esta evidencia, se puede afirmar con confianza que las organizaciones exitosas son aquellas que se aseguran de que su talento esté calificado para aprovechar al máximo la tecnología. 

Estas compañías, al invertir en el desarrollo y las habilidades de sus empleados y mantenerlos actualizados, atraen a los mejores talentos y con ello, los mantienen interesados en actualizarse, tal como lo confirma un estudio realizado por la prestigiosa Harvard Business Review.

El lifelong learning ha llegado para revolucionar el mundo de los negocios. Las empresas que abrazan esta filosofía están cosechando los beneficios de una fuerza laboral altamente capacitada, creativa y adaptable. No importa en qué industria operen, el aprendizaje continuo se ha convertido en un diferenciador clave que impulsa la productividad y el éxito empresarial.

En un futuro cercano, las compañías que no adopten esta revolución corren el riesgo de quedarse rezagadas y perder relevancia en un mundo empresarial en constante evolución. 

Por lo tanto, las organizaciones actuales deben estar preparadas para dar el salto y abrazar el lifelong learning como uno de los valores fundamentales de su estructura corporativa. Solo así podrán aprovechar al máximo esta oportunidad para impulsar la productividad y el crecimiento de sus empresas al máximo potencial.

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