Icono del sitio iLab

«NduteÑu»: Cómo un profesor oaxaqueño quiere transformar su comunidad y convertir suelos desnudos en tierra fértil

En la comunidad de Ignacio Zaragoza, municipio de Magdalena Peñasco, en Puerto Escondido, Oaxaca, la escasez de agua ha sido una lucha constante debido a la falta de cobertura de sus suelos, lo cual ha tenido un impacto significativo en la vida de sus habitantes. 

Esto, aunado a que la ausencia de suelo fértil y la escasez de agua han creado condiciones difíciles para la agricultura y otras actividades económicas locales, ha hecho que,. como una respuesta a las limitadas oportunidades y recursos disponibles en la región, los pobladores elijan cada vez más migrar a otras partes del país. 

En respuesta a este desafío, el profesor Celestino Sandoval, originario de esta comunidad y docente en la Universidad del Mar, campus Puerto Escondido, ha liderado un proyecto innovador: «NduteÑuu: Restaurando el suelo para producir agua». Con este proyecto, busca restaurar los suelos mediante la plantación de Opizia stolonifera y algunas especies arbóreas, con el objetivo de aumentar la cobertura de suelos desnudos y permitir la recarga de los acuíferos, aliviando así la escasez de agua en la comunidad.

Desde pequeño, Celestino Sandoval presenció de primera mano la problemática que enfrentaba su comunidad en Ignacio Zaragoza, municipio de Magdalena Peñasco. La escasez de agua y la falta de cobertura de los suelos eran desafíos constantes que afectaban la vida de los habitantes. La ausencia de suelo fértil conducía a la escasez de recursos esenciales y a la migración de muchas personas a otras regiones en busca de mejores oportunidades. 

Celestino, como nativo de la comunidad, fue testigo de estas dificultades desde su infancia, lo que despertó en él una profunda conciencia sobre la importancia de abordar esta problemática para mejorar las condiciones de vida de su gente.

Inspirado por esta situación, Celestino se propuso trabajar en la restauración de los suelos, comenzando con un proyecto de bombas de semillas auspiciado con recursos propios, y posteriormente, conforme se fue desarrollando esta iniciativa, explorando técnicas como la plantación de Opizia stolonifera.

“Este proyecto es, como el título de la convocatoria del programa, ‘Maestros que dejan huella’, una oportunidad de dejar nuestra huellita en el mundo”, asegura en entrevista con iLab. 

“Maestros que dejan huella” es una iniciativa promovida por iLab, una consultora de innovación. Su propósito es empoderar a los profesores como agentes de cambio, alentándolos a cultivar en sus alumnos una mentalidad observadora del entorno. El objetivo es que estos estudiantes se conviertan en proponentes activos de soluciones con impacto positivo en la comunidad. Todo esto se lleva a cabo con el respaldo de recursos dedicados a la innovación y el impacto social.

 

El proyecto ha tenido muy buena acogida, entre los estudiantes y entre la comunidad.

 

La Opizia stolonifera, una especie vegetal clave en el proyecto de restauración de suelos liderado por el profesor, desempeña un papel fundamental en la revitalización de áreas deforestadas. 

Esta planta, conocida por su capacidad para adaptarse a condiciones adversas, es especialmente efectiva en la protección y estabilización del suelo debido a su rápido crecimiento y capacidad para formar una cobertura vegetal densa. 

Al plantar Opizia stolonifera en suelos desnudos, se promueve la retención de humedad, se reduce la erosión del suelo y se facilita la infiltración del agua de lluvia, lo que contribuye a la recarga de acuíferos y la restauración del equilibrio ecológico. Además, esta planta crea un entorno propicio para la germinación y el crecimiento de otras especies vegetales, lo que impulsa la biodiversidad y restaura los ecosistemas dañados. 

La restauración de suelos desnudos presenta una serie de desafíos significativos que dificultan su proceso. Estas dificultades incluyen la ausencia de vegetación previa que sirva como punto de partida para la recuperación, lo que significa que se debe comenzar prácticamente desde cero. 

Además, la falta de cobertura vegetal expone el suelo a la erosión y la pérdida de nutrientes, lo que dificulta aún más el establecimiento y crecimiento de nuevas plantas. La aridez y la falta de recursos también complican las labores de restauración, ya que se requieren inversiones tanto de tiempo como de recursos para implementar técnicas efectivas que permitan recuperar la productividad del suelo. 

El proyecto ha involucrado activamente a estudiantes de ingeniería forestal de la universidad, quienes han aprendido a través de la acción, participando en actividades de campo y trabajando en estrecha colaboración con la comunidad, la cual ha apoyado abiertamente el proyecto. La respuesta de los estudiantes ha sido positiva, mostrando un gran interés en la restauración de los suelos y el impacto positivo que puede tener en la vida de las personas. 

A pesar de los desafíos logísticos y financieros (el proyecto se sostiene con recursos propios), esta iniciativa ha obtenido el respaldo de la universidad y ha despertado el interés de una organización externa, lo que sugiere un futuro prometedor en el que el profesor y el equipo puedan acceder a recursos externos. 

 

Se espera que en el futuro esta iniciativa pueda expandirse a otras comunidades con el mismo problema de suelos desnudos.

 

Esto sería muy benéfico para la continuidad del proyecto, ya que este tiene una gran posibilidad de escalabilidad hacia otras comunidades que enfrentan problemáticas similares, debido a los resultados favorables obtenidos hasta el momento, así como al interés y la aceptación que ha generado entre la comunidad local.

 De esta manera, con el respaldo de la universidad y la posibilidad de establecer convenios con organizaciones interesadas, existe un camino para replicar el proyecto en otras áreas afectadas por la escasez de agua y la degradación del suelo. 

Celestino visualiza el proyecto expandiéndose a otras comunidades con condiciones similares, brindando soluciones a largo plazo para la escasez de agua y contribuyendo al bienestar de las poblaciones locales

“Tiene un gran potencial este proyecto. Visualizo un futuro prometedor en ese sentido, ya que podemos capitalizarlo en el futuro. A partir de ello, podría incluso surgir una empresa dedicada a cerrar todo el proceso de manera integral”, sostiene el docente.

El compromiso y la visión de Celestino, junto con el entusiasmo y la participación de los estudiantes y la comunidad, hacen del proyecto «NduteÑuu» un ejemplo inspirador de cómo la acción local puede tener un impacto significativo en la resolución de problemas globales como la escasez de agua y la degradación del suelo.

 

Salir de la versión móvil