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Gorriones, un proyecto de dos profesores excepcionales que busca combatir la desnutrición de la sierra de San Luis Potosí a través de la recolección segura de hongos e insectos 

En México, hay un enemigo silencioso acecha a millones de personas: la desnutrición. En un país rico en tradiciones culinarias y recursos naturales, es difícil imaginar que la falta de acceso a una alimentación adecuada sea una realidad para tantos. Sin embargo, en las comunidades rurales de San Luis Potosí, la desnutrición es una batalla diaria que afecta a niños, adultos y ancianos por igual. 

Esta crisis afecta especialmente a las comunidades rurales, donde sus efectos se intensifican. Es en estos rincones olvidados, como las áreas de Villa de Zaragoza, San Nicolás Tolentino y Armadillo de los Infante en la sierra de San Luis Potosí, donde la desnutrición se manifiesta de manera aguda, dejando una marca insuperable en la vida de sus habitantes, al provocar deficiencias cognitivas que les impiden acceder a condiciones para una vida justa. 

En estas áreas, el 69.32% de la población se encuentra en un alto grado de marginación, mientras que el 29.25% enfrenta un grado medio de marginación y un 1.41% de la población experimenta un nivel de marginación muy alto. 

Estas cifras revelan una realidad preocupante donde la falta de acceso a recursos básicos, incluida una alimentación adecuada, es una realidad cotidiana para una parte significativa de la población. 

Es en este escenario desafiante donde surge un rayo de esperanza. Impulsados por una visión compartida de transformación, los profesores Alejandro y Andrea dieron el paso al iniciar el proyecto Gorriones, el cual busca convertirse en una alternativa efectiva para combatir la desnutrición y promover la seguridad alimentaria en comunidades vulnerables. 

Los problemas sociales que afectan a las comunidades rurales eran muchos, pero Alejandro decidió centrarse en la desnutrición al descubrir que muchos de sus propios alumnos sufrían sus consecuencias.

Cuando se encontró con alumnos desnutridos en su clase, conectó los puntos: aquí estaba la solución, arraigada en la tierra misma. Con el apoyo de su colega, Andrea Robledo,comenzaron a tejer esta iniciativa. Los profesores llegaron a la conclusión de que los habitantes del área de protección de flora y fauna Sierra de Álvarez, necesitaban herramientas para contrarrestar la inseguridad alimentaria, porque la desnutrición afectaba su capacidad cognitiva, lo que representaba en una desventaja permanente para alcanzar una mejor calidad de vida. 

Para contrarrestarla, idearon un manual de recolección transformado en red social en el que los usuarios con inseguridad alimentaria pudieran consultar especies de plantas, insectos y hongos comestibles en la región, para aprender a recolectarlas con seguridad, cocinarlas y dotarlas de simbolismo. Además, de que esta red social les permitirá establecer contacto con posibles compradores de sus productos. De esta manera, el proyecto fortalece identidades culturales, empoderando a las comunidades para romper con la dependencia global.  

 

Los hongos son muy nutritivos y, al igual que los insectos y plantas comestibles, representan una alternativa muy efectiva para combatir la desnutrición de la región.

 

«No hay una competencia a nivel mundial en el intercambio y conocimiento de especies naturales comestibles, como es esta plataforma. Esta oportunidad de desarrollar una plataforma única nos emociona profundamente y estamos comprometidos a llevarla a cabo”, sostiene Alejandro, en entrevista junto con su colega Andrea, para iLab. 

Actualmente, el equipo de Gorriones está trabajando en el desarrollo de la aplicación móvil, asegurándose de que sea fácil de usar, informativa y accesible para todos. Para ello, se están llevando a cabo pruebas para garantizar que la aplicación cumpla con los más altos estándares de calidad y seguridad.

“Estamos emocionados por los avances que hemos logrado y por la validación que hemos recibido tanto de la comunidad como de potenciales colaboradores. Además, hemos entablado conversaciones con una empresa alimenticia local para explorar posibles patrocinios, lo que nos permitiría impulsar la plataforma y contar con su respaldo desde el inicio”, aseguran los profesores. 

Esta iniciativa tiene el apoyo por parte de la comunidad y de varios actores relevantes que, en un futuro, se podrán traducir en un mayor crecimiento para Gorriones. En este sentido, ha captado el interés de expertos culinarios, entre ellos un respetado chef de alta cocina en la región. Este chef se ha mostrado entusiasmado con la posibilidad de obtener ingredientes únicos de la sierra, que tradicionalmente han sido pasados por alto en la cocina local.

«Un chef de alta cocina en la ciudad se unió y expresó que la creación de la plataforma sería un tesoro para los amantes de la gastronomía. Mencionó la rareza y la escasez de algunos ingredientes, como los hongos, que son casi para consumo inmediato debido a su rápida descomposición. Y nos dijo, ‘si quieren que yo los apoye con esta plataforma, encantado’”, explica el profesor.

La colaboración entre el chef y el equipo de Gorriones promete ser fructífera, ya que juntos explorarán nuevas formas de incorporar los ingredientes de la sierra en la cocina contemporánea, lo que no solo beneficiará a los consumidores que buscan experiencias culinarias únicas, sino que también ayudará a promover el valor y la conservación de los recursos naturales locales y permitirá que los pobladores obtengan ingresos del comercio de los frutos de su recolección. 

 

Esta plataforma le da la oportunidad a las comunidades de que puedan satisfacer sus nutrientes con los frutos de la recolección que realicen, además de que les abre la oportunidad de comerciar con estos.

 

Además, el proyecto Gorriones ha sido seleccionado como uno de los participantes destacados en el programa San Luis Emprende, una iniciativa que busca impulsar el emprendimiento y la innovación en la región. Entre cientos de propuestas presentadas, Gorriones se destacó por su enfoque innovador en la lucha contra la desnutrición y su compromiso con el desarrollo sostenible, y fue seleccionado entre más de 700 propuestas, al quedar entre los 100 finalistas. 

Posteriormente, Gorriones pasó a la siguiente fase de selección, donde actualmente se encuentra entre los 30 finalistas. De estos, próximamente se seleccionarán 10 para pasar a la siguiente etapa. 

“Consideramos que este proyecto es altamente escalable y está alineado con los objetivos de desarrollo sostenible. Nuestro enfoque en la lucha contra la desnutrición y en garantizar la seguridad alimentaria, especialmente en comunidades rurales, se integra perfectamente con estas metas globales”, sostiene Andrea, la docente encargada del proyecto junto con Alejandro. 

Gorriones busca cambiar vidas e inspirar un cambio sistémico en la forma en que abordamos los desafíos de la desnutrición y la seguridad alimentaria en todo el mundo. Es un recordatorio de que, incluso para combatir los problemas más arraigados, la esperanza y la acción pueden ser las herramientas más poderosas para construir un futuro más saludable y equitativo para todos.

Este proyecto se enmarca dentro de “Maestros que dejan huella”, una iniciativa promovida por iLab, una consultora de innovación. Su propósito es empoderar a los profesores como agentes de cambio, alentándolos a cultivar en sus alumnos una mentalidad observadora del entorno. El objetivo es que estos estudiantes se conviertan en proponentes activos de soluciones con impacto positivo en la comunidad. Todo esto se lleva a cabo con el respaldo de recursos dedicados a la innovación y el impacto social.

 

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