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¿Identificaste el problema?, pues ahora cuestiónalo.

En otra oportunidad, ya pudiste revisar la información acerca del problema y el proceso para encontrarlo, en esta ocasión queremos ir un paso adelante y ayudarte a asegurar la efectividad del hallazgo, así que ¿identificaste el problema?, pues ahora cuestiónalo.

 

Repaso del problema

Como ya pudiste ver, el proceso para llegar al problema que va a detonar tu trabajo de diseñador de soluciones, comienza con una lista de errores que suceden el mundo que te rodea, ésta debe ser relevante no sólo para ti sino que debe ser representativo para un grupo de personas.

Posteriormente, debes elegir la necesidad que te parezca más relevante y escribir una frase que compruebe su trascendencia pues ésta contiene la necesidad, quién la tiene y el beneficio social al satisfacerla. Recordemos el triángulo de tópicos que contiene:

Quién = usuario
Qué = necesidad
Por qué = beneficio

Ejemplo: Si los productores pudieran predecir las heladas podrían evitar el desperdicio.

 

Evaluando la declaración del problema

Una vez que lograste escribir la frase que revele el problema, podrás comenzar a trabajar en el diseño de la solución tecnológica. Como puedes ver, esta frase o declaración se vuelve la piedra angular de tu proyecto, por lo que te será muy conveniente evaluarla y hasta cuestionarla.

 

Revisa su estructura

Estas son algunas de las características que tiene una buena declaración de problema: es específica, estimulante e innegable.

El problema es lo suficientemente específico como para permitirte diseñar una solución.

El problema debe ser lo suficientemente interesante como para leer y trabajar durante los próximos meses.

Como se trata de construir sobre la experiencia general, esta necesidad debe ser reconocida por otros, ya sea en entrevistas o en por lo menos tres fuentes de información escrita.

 

Y finalmente, aplícale estas preguntas

Como es importante pensar con anticipación para evitar dificultades y ahorrar costos y errores, imagina que estás frente a sinodales negativos y quisquillosos, proponiendo escenarios varios que podrían echar abajo tus ideas.

Contesta las siguientes cuestiones:

¿Existe una promesa medible para comprobar que tu solución es superior a otras? Siempre es mejor si puedes medir tu mejora numéricamente: más barato, más rápido en el tiempo, menos consumo de energía, etc.

¿Es segura para construir, usar, almacenar y desechar?

¿Tienes todos los materiales y equipos que necesitas para la solución o podrás obtenerlos rápidamente y a un costo considerable?

¿Tienes tiempo suficiente para completar su diseño y hacerlo en un tiempo considerable? Recuerda que no todo funciona correctamente la primera vez.

¿Tu proyecto cumple con todas las reglas y requisitos legales del país o países donde pretendes introducirlo?

Si no tiene buenas respuestas para los problemas planteados, entonces probablemente deberías buscar un mejor problema de diseño para resolver.

 

Esta es una posible prueba que te encuentres al tomar nuestro programa ThinkCamp, pero no te agobies porque tendrás de tu lado la metodología que desarrollamos en conjunto con el Trust Center for Entrepreneurship del MIT (Massachusetts Institute of Technology), y por otro lado tendrás un equipo de asesores profesionales que te ayudarán a llegar a buen puerto con tus soluciones tecnológicas. No lo pienses más, aplica hoy mismo, te estamos esperando.

Photo by Emily Morter on Unsplash https://bit.ly/2TLlJkb

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