En el mundo del arte, una enigmática imagen en blanco y negro capturó la atención de todos. Dos mujeres, de generaciones distintas, parecían aferrarse una a la otra en una fotografía llena de dramatismo y realismo. Sin embargo, nada es lo que parece.
Hace unas semanas, esta impactante imagen, creada por Boris Eldagsen, un fotógrafo radicado en Berlín, ganó la categoría abierta del prestigioso premio Sony World Photography Award de este año.
La sorprendente revelación fue que las dos mujeres retratadas no eran reales, sino producto de DALL-E 2, el innovador modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, la misma empresa responsable de ChatGPT.
La polémica estalló cuando los jueces admitieron estar conscientes de la participación de la inteligencia artificial en la creación de la imagen, pero aseguraron que el intento de engañarlos fue “deliberado”.
Eldagsen ha estado explorando el potencial de la IA en el arte durante varios años y cree firmemente en su capacidad para desbloquear nuevas formas de expresión artística, y asegura que las imágenes generadas por IA son “una nueva forma de arte que debería ser reconocida”.
En una declaración en su sitio web, Eldagsen dijo que participó en los Sony World Photography Awards “como un mono travieso” para descubrir si los concursos estarían preparados para que las imágenes generadas por IA participen.
La victoria de Eldagsen podría señalar que estamos frente a un momento significativo, no solo en cuanto a las transformaciones que la inteligencia puede hacer en el mundo del arte, sino también en la democratización de la creatividad, ya que demuestra que las imágenes generadas por IA pueden ser tan creativas y poderosas como las imágenes creadas por humanos.
Todo esto plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro del arte y la creatividad, así como el papel de herramientas como la inteligencia artificial y otras aplicaciones como Roblox, Canva o TikTok en la democratización de la creatividad.
Esta es la foto realizada con inteligencia artificial que ganó el concurso.
Democratizando la genialidad: Los desafíos ocultos tras abrir las puertas de la creatividad
La democratización de la creatividad se ha convertido en un término ampliamente utilizado en los últimos años para describir el acceso y la participación en actividades creativas por parte de un público más amplio.
Aunque no se puede atribuir a una sola persona o entidad, se ha convertido en un concepto que refleja el impacto de la tecnología y las herramientas digitales en el campo de la creatividad. Expertos y analistas han popularizado este término para referirse al fenómeno que permite a las personas expresarse de manera creativa y colaborar en proyectos artísticos.
No obstante, la democratización de la creatividad también plantea desafíos y dilemas en la era digital y la abundancia de contenido generado por IA. Por ejemplo, destacar entre la multitud, lo cual se vuelve más difícil debido a la gran cantidad de contenido creativo que se produce diariamente, lo que puede llevar a una disminución de la calidad.
Además, esta sobreabundancia de contenido hará surgir el desafío de discernir entre la calidad y autenticidad de las obras. Así como sucedió con la fotografía de las dos mujeres, que el fotógrafo Boris Eldagsen creó a través de la inteligencia artificial abierta para crear imágenes, DALL-E 2.
Además, la protección de los derechos de autor se convierte en una preocupación significativa, ya que estas herramientas facilitan la apropiación indebida y el uso no autorizado de obras de artistas y creadores digitales.
El debate sobre la autoría del contenido generado por IA ha llegado a los despachos de abogados y ha habido sentencias al respecto en Estados Unidos, explica Rafael López, un experto en ciberseguridad que escribe en el blog del periódico español El Confidencial, el cual aborda este tema y asegura que “sin duda estamos ante una auténtica revolución tecnológica”, por lo que la sociedad debe ir preparando el terreno para crear un marco jurídico que pueda legislar sobre estas cuestiones que estamos planteando “antes de que sea demasiado tarde”.
Además de DALL-E 2, Roblox, TikTok y ChatGPT son otros ejemplos de soluciones tecnológicas que están democratizando la creatividad. Roblox capacita a cualquier individuo para crear sus propios juegos, TikTok potencia la creación y el intercambio de videos cortos, mientras que DALL-E 2 y ChatGPT, ambos desarrollados por OpenAI, amplían las fronteras de la expresión creativa.
Cada una tiene su función, pero en conjunto, estas herramientas tienen el potencial de empoderar a las personas al permitirles expresarse, colaborar y participar en la creación artística, sin importar sus habilidades técnicas o talento artístico.
Los derechos de autor, un gran desafío
La democratización de la creatividad ofrece beneficios significativos al fomentar la expresión individual, derribar barreras de entrada y promover la colaboración entre personas de diversas disciplinas y culturas.
Sin embargo, también plantea desafíos en términos de destacar entre la multitud, proteger los derechos de autor y mantener la calidad y autenticidad de las obras. Por ello, como señala el experto en seguridad cibernética, Rafael López, el desarrollo de un marco jurídico adecuado se vuelve crucial para abordar estas cuestiones y garantizar un equilibrio entre la accesibilidad creativa y la protección de los derechos de los creadores.
Estamos presenciando una nueva era de creatividad en la que las ideas pueden convertirse en realidad más fácilmente que nunca, y las nociones tradicionales de creatividad, propiedad y atribución de derechos están siendo desafiadas y redefinidas, ya que además, estas herramientas facilitan que las personas puedan expresarse y compartir sus ideas al crear nuevas oportunidad de colaboración entre individuos de distintas disciplinas, culturas y ubicaciones geográficas.
En este sentido, es posible decir que la democratización de la creatividad tiene una relación estrecha con la innovación abierta, ya que ambas permiten y promueven la colaboración e interacción de distintos actores en el proceso.
La democratización de la creatividad y el fin de la fricción creativa
Hace unas semanas, Google hizo pública MusicLM, una nueva herramienta experimental de inteligencia artificial que puede convertir descripciones de texto en música. MusicLM permite a los usuarios escribir mensajes como “música tranquila para meditar en la noche” o “sonido conmovedor que acompañe un video familiar” y transformarlos en clips.
Cherrie Hu es una periodista e investigadora de los nexos entre la música y la tecnología desde hace varios años, y asegura que herramientas como la inteligencia artificial pueden ser lo más disruptivo que ha surgido desde que apareció Napster a fines del siglo pasado, debido a que la fricción entre tener una idea y manifestarla en forma de trabajo creativo, se ha reducido a cero.
“Las barreras en la distribución de música ya se han derrumbado, y ahora cualquiera puede publicar su música en los servicios de transmisión de forma gratuita. Ver cómo se derrumban las mismas barreras en el proceso creativo significa que el campo de juego de quién puede ser un ‘artista’, en el sentido de ser un participante activo en la economía de la música, continuará aumentando dramáticamente”, sostiene.
Ella asegura que estas herramientas ya han captado decenas de millones de usuarios, lo que obliga a repensar las nociones tradicionales de creatividad, propiedad y atribución de derechos.
Este es solo un ejemplo para mostrar que todas las industrias viven una revolución sin precedentes en cuanto a democratización de la creatividad. Las herramientas tecnológicas hacen posible que cualquier persona pueda crear algo, sin importar sus habilidades técnicas o talento artístico, lo que supone un cambio importante en comparación con el pasado, cuando la creatividad a menudo se consideraba el dominio de unos cuantos.
“Ya sea Roblox, Unreal Editor for Fornite (UEFN), Unity, la suite de Tik Tok para editar o herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, MidJourney o Stable Diffusion, estamos viendo un influjo de herramientas creativas que están diseñadas para democratizar las habilidades creativas”, explica Zoe Scaman, una experta en estrategia digital fundadora de su propia agencia y estudiosa del tema en un documento de investigación al respecto.
El reconocimiento de una imagen generada por inteligencia artificial en el premio Sony World Photography Award es solo una muestra del potencial disruptivo de estas herramientas. A medida que más personas se suman a la revolución creativa, surgen desafíos en términos de calidad, autenticidad y protección de derechos de autor.
Sin embargo, la nueva era de la creatividad ha llegado y las nociones tradicionales están siendo desafiadas y redefinidas. La colaboración, la innovación abierta y la eliminación de la fricción creativa son pilares clave en esta transformación. Estamos presenciando una era en la que cualquiera puede ser un artista y las herramientas tecnológicas son las facilitadoras de esta democratización creativa.
