Desperdicio cero: Así es como las empresas mexicanas allanan el camino hacia la circularidad

Para satisfacer nuestras necesidades, necesitamos la insostenible cantidad de 1.75 Tierras, por lo que resulta urgente que el desperdicio se detenga. Por fortuna, algunas compañías ya emprenden la travesía hacia la economía circular. Pero esta historia apenas comienza.

Mariana F. Maldonado

Periodista especializada en innovación.
Jul 6, 2023
economía circular

En un mundo donde nuestras necesidades se han vuelto insostenibles y requieren 1.75 Tierras para satisfacerse, la urgencia de poner fin al desperdicio se vuelve evidente. En este sentido, algunas compañías en México han tomado la iniciativa para embarcarse en la travesía hacia la economía circular. Esta es solo la punta del iceberg de una historia que está por desplegarse, debido al potencial que existe en esta área para las organizaciones de todos tamaños.

En este contexto, Bio Pappel emerge como un ejemplo que se erige como faro de innovación. Su modelo de economía circular, Bosque Urbano, ha redefinido las reglas del juego de su industria, demostrando que la rentabilidad y el cuidado del medio ambiente pueden ir de la mano.

Al apostar por la economía circular, Bio Pappel extiende el ciclo de vida del papel, dejando atrás viejos paradigmas y abrazando una visión audaz de producción sostenible. Aquí, los residuos se transforman en oportunidades, y la materia prima reciclada da vida a productos de papel y empaques 100% reutilizados.

Este enfoque no es una simple estrategia, sino el alma misma del negocio. Bio Pappel avanza hacia un mañana más limpio, trabajando en sinergia con las autoridades locales para gestionar responsablemente los residuos urbanos. Cada tonelada reciclada es un enorme paso, con 91% destinado a empaques y el 9% restante a papel para escritura e impresión.

El impacto de Bosque Urbano es asombroso. En 2022, la compañía recicló más de un millón y medio de toneladas, y sus ambiciones para 2023 superan los dos millones.  

El compromiso de Bio Pappel ha sido recompensado con resultados tangibles: 7.7 toneladas de CO2 capturadas, 1.93 millones de toneladas de papel y cartón recicladas, 18.6 millones de metros cúbicos de agua salvados y 4.1 millones de árboles protegidos, como lo muestra su informe de sustentabilidad de 2022.

 

La economía circular como el camino 

 

Es muy importante que, en un futuro no muy lejano, la economía circular se convierta en un estándar no solo en México, sino a escala global. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, solo 9% de los materiales extraídos se reutilizan y el 62% de los gases de efecto invernadero globales se emiten durante la extracción, procesamiento y producción de bienes, lo que representa una presión muy significativa sobre los recursos del planeta. 

En este sentido, este organismo aporta más cifras, y sostiene que el uso global de materiales se ha más que triplicado en los últimos 50 años y se duplicará nuevamente para 2050. Hoy, se extraen la mayor cantidad de materiales en la historia para satisfacer las necesidades humanas. 

Por ello, es fundamental que las empresas de todos los tamaños adopten un modelo de negocio que incluya a la economía circular en su ADN. En este sentido, México avanza hacia la circularidad, pero aún hay mucho camino por recorrer. Según un estudio publicado en la revista del INEGI, solo el 15.14% de los recursos en el país se rediseñan, remanufacturan, reutilizan, reparan, restauran y reciclan. En contraste, los Países Bajos lideran el camino con un 24.5%. El objetivo sería llegar a un 100%.

De esta manera, Bio Pappel es solo una muestra de cómo es posible incorporar en el modelo de negocio de una empresa a la economía circular, sin embargo, hay otros ejemplos que también dan muestra de cómo las organizaciones están adoptando estos enfoques y con ello, están logrando mejoras significativas en el ambiente. 

 

Un humedal que le devuelve el agua al ambiente 

 

Una investigación de la EGADE Business School, la escuela de negocios del Tec de Monterrey, localizó varios casos de éxito de empresas como Bio Pappel que están implementando prácticas circulares en sus modelo de negocio. El estudio es pionero debido a que hasta el momento, y a causa del desconocimiento del concepto y la poca comunicación de proyectos exitosos, hay muy poca documentación de casos de éxito de economía circular en México y en la región.

Este trabajo documenta otros casos, como el de Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca Cola más grande de América Latina, la cual, con el objetivo de devolver a la naturaleza el 100% de agua que utiliza en sus operaciones, en 2021 inauguró –junto con el gobierno de Jalisco– un humedal basado en la naturaleza que trata el agua urbana de la comunidad de Cihuatlán que es capaz de tratar más de tres millones de litros de agua urbana al día y que abastece actividades productivas que benefician a 18 mil habitantes.

Un humedal es un ecosistema en el que la tierra se inunda y da paso a la conservación de muchas especies, y desde hace décadas, dio pie al nacimiento del concepto de humedales artificiales, los cuales buscan depurar las aguas sucias que provienen de industrias o residencias. Estos sistemas artificiales aprovechan recursos de la naturaleza para limpiar residuos de agua a través de la colocación de un material impermeable que evita que el líquido se filtre en el subsuelo, el cual absorbe las partículas contaminantes y da como resultado un agua más limpia que puede reutilizarse. 

Este humedal construido en Jalisco hace un par de años es operado por miembros de la comunidad y supervisado por Arca Continental, lo que demuestra cómo la industria y las comunidades pueden trabajar juntas para la conservación de la naturaleza. 

 

Enfriadores de segundo uso 

 

Otro ejemplo de economía circular es el de EOS REPARE, una planta abierta por FEMSA, el embotellador más grande Coca Cola en Latinoamérica, con el objetivo de darle tratamiento a cada uno de los componentes de los refrigeradores, en donde se busca que cada equipo se recupere, recicle y se pueda reintegrar para su uso posterior. 

Este centro evita que los refrigeradores terminen en la basura y en vertederos de contaminación, y busca que cada refrigerador termine convirtiéndose en un cubo metálico perfecto para ser reutilizado.  

El vidrio, cobre y plástico se separan para ser reciclados. Las resinas plásticas se envían a otra empresa del grupo para ser limpiadas y reutilizadas en un nuevo refrigerador y el acero, las parrillas, los componentes metálicos y el vidrio que se recupera de las puertas es igualmente procesado para ser utilizado otra vez. 

Después de cuatro años en funcionamiento, Coca Cola ha logrado rescatar siete de cada 10 enfriadores retirados del mercado, y ha recuperado el 99% de sus partes, lo que ha permitido que casi 57,000 piezas sean reutilizadas en 25,277 equipos nuevos. Hasta ahora, la reutilización de piezas ha permitido el ahorro de emisiones por más de 1.8 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y ha ayudado a procesar más de 3,500 toneladas de materiales.

 

Las empresas grandes a la delantera

 

The Body Shop es otra empresa que ha realizado esfuerzos para incorporar a la economía circular en su modelo de negocio, a través de su sistema de puestos de rellenado, el cual desea eliminar parte del residuo de sus productos a través de darle a sus clientes la posibilidad de reutilizar envases de aluminio. Con esto busca ahorrar la utilización de 25 toneladas de plástico. A cambio de cada recarga, la empresa le regala a sus clientes 50 mililitros adicionales de producto. 

Actualmente, esta empresa tiene el objetivo a largo plazo de desarrollar un modelo circular para sus envases, lo que implica reutilizar o reconvertir el 100% del empaquetado de sus productos. Con esta estrategia, buscan que todos los envases sean compostables, rellenables o retornables para que se puedan reconvertir y darles otra vida útil y que todos los rellenables o retornables se fabriquen con materiales renovables y reciclados. 

Todos estos son ejemplos de cómo compañías de gran tamaño están incluyendo en su modelo de negocios el concepto de economía circular. Estas lideran el movimiento, debido a que tienen mayores recursos e infraestructura para lograrlo, además de inversionistas y autoridades que les escrutan, sin embargo, es posible que las organizaciones de cualquier tamaño adopten este concepto. Es imperativo debido a que este modelo de consumo de usar y tirar que aún prevalece es insostenible en el tiempo.  

 

La economía circular, disponible en todos los tamaños 

 

Por fortuna, incluir la economía circular en el modelo de negocio es una meta alcanzable para empresas de todos los tamaños. Esto exige una mezcla de factores, tales como como voluntad y compromiso para empezar a pensar en mecanismos para transformar sus productos y servicios; conocimiento y comprensión del concepto de economía circular, lo cual implica conocer las oportunidades y desafíos que conllevan las prácticas circulares; educación y capacitación de sus empleados y directivos para adquirir las habilidades necesarias para implementar estas prácticas y colaboración y alianzas que les permitan a las empresas trabajar en conjunto con otras empresas, comunidades y autoridades y así lograr la implementación de estas prácticas, tal y como lo han hecho empresas como Bio Pappel o Coca Cola Femsa. 

El camino no es fácil pero, en un mundo que clama por soluciones sostenibles, es fundamental que las empresas opten por el camino hacia un futuro mejor gracias a la economía circular, la cual se convierte en el catalizador de la transformación, demostrando que la rentabilidad y la responsabilidad ambiental pueden y deben coexistir. La revolución circular está en marcha, y el cambio comienza en cada empresa dispuesta a abrazar este nuevo paradigma.

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