El mundo en el que vivimos tiene muchos problemas a resolver. La pobreza, la desigualdad o la violencia, por ejemplo. Sin embargo, hay uno que se relaciona con todos estos y del que ya podemos sentir sus estragos violentos: el cambio climático.
Los seres humanos nos hemos dedicado a explotar de manera indiscriminada los recursos del planeta. Esto ha hecho que nuestras actividades generen dióxido de carbono que atrapa las partículas de calor y que esto haya elevado la temperatura del mundo de forma gradual.
Hoy los efectos de esta actividad están cayéndonos encima al provocar sequías, inundaciones, fenómenos atmosféricos extremos, disminución de producción en la agricultura y migraciones forzadas, solo por mencionar solo algunos.
«El cambio climático es ampliamente considerado como uno de los mayores problemas del mundo, y creemos que es incluso más grande de lo que a menudo se supone», sostiene la organización sin ánimo de lucro 80,000 Hours, la cual se dedica a investigar cuáles son las carreras profesionales que tienen mayor impacto social y cuáles son los problemas más urgentes a resolver.
Conocer realmente cuántos grados aumentará es incierto. Sin embargo, ninguno de los escenarios es para nada alentador. El largo plazo (por ejemplo, pensar en el 2100) suena muy lejos, pero los niños que nacieron en 2020 tendrán 20 años en 2040 y 80 años en 2100, así que «el fin de siglo está a menos de una vida de distancia», explica el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Nos enfrentamos a un futuro incierto
«El calentamiento global ya está cambiando gran parte del mundo tal como lo conocemos. Sus impactos se intensificarán en las próximas décadas con profundas implicaciones para todos los aspectos de la vida humana en todo el mundo», sostiene este grupo dedicado a buscar solución al problema.
El IPCC ha determinado que los suministros de alimentos y agua, las ciudades, infraestructura y economías, así como la salud y el bienestar de la población mundial se verán afectados.
Por mencionar algunos estragos, se prevé que el porcentaje de población expuesta al estrés por calor mortal aumente del 30% a entre 48% y 76% para final de siglo. Que entre 800 millones y tres mil millones experimenten escasez crónica de agua con un aumento de dos grados centígrados y hasta cuatro mil millones con un calentamiento de cuatro grados y que más de mil millones de personas que viven en las ciudades y asentamientos costeros de todo el mundo estén en riesgo de sufrir amenazas climáticas.
«Si el cambio climático pudiera conducir al fin de la civilización, eso significaría que las generaciones futuras tal vez nunca lleguen a existir, o podrían vivir en un mundo permanentemente peor. Si es así, prevenirlo y adaptarse a sus efectos podría ser más importante que trabajar en casi cualquier otro problema», sostiene en un informe la organización 80,000 Hours.
¿El calentamiento global va a extinguirnos como civilización? Este un planteamiento que todavía no podemos responder, sin embargo, lo que es un hecho incontrovertible es que hoy ya nos está transformando la vida y no solo eso, sino que va a poner en jaque a las generaciones futuras.
La importancia de innovar para combatir el calentamiento global
Por mucho, el cambio climático es el problema más importante a atajar en la actualidad. Pero, ¿quién tiene el poder de impactar de manera positiva?
Si bien los gobiernos tienen en sus manos la capacidad de transformar las políticas públicas, el camino hacia las ‘cero emisiones’ lo tienen las empresas, explica el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Esto debido a su capacidad de disminuir sus emisiones y de transitar, gracias a la tecnología, hacia la eliminación de su huella de carbono.
En este camino, innovar para combatir el cambio climático es fundamental. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que la necesidad de innovación transformativa y colaborativa para llevar al mundo a las cero emisiones, «es más importante que nunca».
«Dada la escala y la urgencia de la reducción de emisiones requerida, la comunidad internacional necesita revertir radical y rápidamente el actual patrón de crecimiento intensivo en gases de efecto invernadero y crear caminos hacia la sostenibilidad», sostiene en un texto esta organización.
La necesidad de este tiempo es el cambio climático
En cada época, hay una urgencia a resolver distinta, y las empresas son los agentes sociales que se han encargado de buscar soluciones, explica Lalit Dixit, un especialista indio en analizar las tendencias de las industrias, en un texto de Médium.
Por ejemplo, en 1900 la necesidad principal era la alimentación, la vivienda y el transporte y, en consecuencia, la tasa de éxito de las empresas que incursionaban en estos rubros era alta. En 2000, el internet fue el principal tema a resolver, y entonces fue cuando empezaron a surgir empresas relacionadas con este rubro y a triunfar (más allá de las que perecieron en el periodo denominado la burbuja de las puntocom).
«Cada tiempo tiene sus propias necesidades y las empresas que apuntan a resolverlas suelen tener mayores posibilidades de crecimiento que las empresas que no lo hacen. No significa que cualquier organización que no busque resolver estas necesidades en el tiempo no sobrevivirá, sino que esto indica que enfrentará dificultades», explica el especialista.
Sustentabilidad, automatización y personalización
En este sentido, las principales necesidades que las empresas necesitan resolver hoy son la sustentabilidad, la automatización y el ofrecimiento de una experiencia personalizada a los clientes.
«Para cada tarea, puede haber una experiencia más sostenible, automatizada y personalizada. Cualquier empresa o startup que esté trabajando para lograr esto eventualmente tendrá éxito si lo está haciendo bien», sostiene Dixit.
Dada la evidencia existente, este mundo necesita de personas que estén dispuestas a innovar para combatir el cambio climático y dedicar sus vidas a encontrar soluciones que puedan mitigar los efectos de este calentamiento global.
De ellos y su capacidad para innovar para combatir el cambio climático dependemos, y depende nuestro futuro como especie.
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