Cómo hacer mucho con poco: la innovación frugal, un concepto que desafía el status quo al transformar la simplicidad en una ventaja competitiva

En un entorno saturado de tecnología costosa y soluciones complicadas, a veces menos es más. Conoce cómo puedes aprovechar lo que tienes para construir algo nuevo.

Mariana F. Maldonado

Periodista especializada en innovación.
Oct 16, 2024

En un mundo donde las grandes corporaciones compiten por ver quién tiene el último avance tecnológico o el presupuesto más grande, la verdadera disrupción surge desde donde menos se espera: soluciones simples, ingeniosas y accesibles que nacen en comunidades y contextos con pocos recursos. Esta es la esencia de la innovación frugal, un enfoque revolucionario que convierte la necesidad en creatividad, y la simplicidad en una ventaja competitiva.

Ya sea un sistema de captación de agua de lluvia que transforma la vida de comunidades marginadas, o pequeños dispositivos médicos que operan con la misma efectividad que sus versiones costosas, pero a una fracción del precio. ¿El secreto? Hacer más con menos. Desde las calles de India hasta las zonas rurales de México, este enfoque no solo está redefiniendo la innovación, sino también el futuro del desarrollo sostenible a nivel global.

Este concepto, conocido como innovación frugal, tiene sus raíces en India, donde la necesidad de crear soluciones ingeniosas para millones de personas con pocos recursos dio lugar a la filosofía del Jugaad. Este término en hindi significa «encontrar soluciones creativas, a menudo improvisadas», y ha sido la chispa que ha encendido proyectos revolucionarios no solo en economías emergentes, sino en todo el mundo.

El término fue popularizado por Carlos Ghosn, ex-CEO de Renault-Nissan, quien destacó cómo los ingenieros en India lograban hacer mucho con muy poco. Más tarde, el concepto fue perfeccionado por los autores Navi Radjou y Jaideep Prabhu en su libro Jugaad Innovation. Pero aunque esta filosofía nació en India, su impacto global es innegable. De hecho, muchas soluciones en países como México ya encarnan los principios de la innovación frugal, incluso si no se las reconoce por ese nombre.

Incluso el enfoque es palpable en diversas iniciativas y ha generado interés recientemente en el ámbito académico, suscitando estudios de casos mexicanos de este tipo de innovación.

Un ejemplo destacado es el de Isla Urbana, un proyecto que ha desarrollado sistemas de captación de agua de lluvia de bajo costo en la Ciudad de México. Frente a la crisis de agua que afecta a muchas zonas marginadas de la ciudad, Isla Urbana ha implementado una solución accesible, sencilla y altamente efectiva que permite a las familias recolectar, almacenar y filtrar agua de lluvia. Este enfoque responde directamente a la filosofía de la innovación frugal, al aprovechar los recursos disponibles y crear una alternativa sostenible sin depender de infraestructura costosa.

Desde su inicio en 2009, Isla Urbana ha instalado más de 43 mil sistemas de captación de agua de lluvia, beneficiando a 474,075 personas en comunidades marginadas. Anualmente, estos sistemas permiten la cosecha de 6.6 mil millones de litros de agua, lo que resulta en un ahorro significativo de 165,409 pipas de agua. Estos logros subrayan el impacto positivo de la iniciativa en la mejora del acceso al agua y la sostenibilidad de las comunidades que enfrentan escasez de recursos hídricos.

Iluméxico es otro ejemplo de cómo la filosofía de la innovación frugal está en acción. Proporcionando energía solar a comunidades rurales que no tienen acceso a la red eléctrica tradicional mediante la instalación de sistemas solares de bajo costo, Iluméxico ha iluminado la vida de 149 mil personas a través de 28 mil 436 viviendas en 14 estados de la República Mexicana, permitiéndole a las personas cubrir necesidades básicas como la iluminación y la recarga de dispositivos móviles. Su enfoque de bajo costo para ofrecer soluciones energéticas demuestra que la creatividad y la simplicidad pueden ser más poderosas que los millones invertidos en tecnología de alta gama.

Pero la innovación frugal no es un fenómeno exclusivo de los mercados emergentes. Incluso en Silicon Valley y Europa, emprendedores creativos han adaptado esta filosofía para resolver problemas locales. Por ejemplo, Compte Nicke en Francia, que ofrece servicios bancarios de bajo costo sin necesidad de un banco físico y que ya se ha expandido a otros lugares, como España. 

A nivel global, la innovación frugal tiene el potencial de cambiar el paradigma del «más por más» (invertir más recursos para obtener productos más complejos) hacia uno de «más con menos», lo que podría ser clave para un crecimiento sostenible y equitativo.

Este enfoque se nutre de la creatividad humana, un recurso ilimitado y renovable. Las empresas, tanto en mercados emergentes como en economías desarrolladas, están empezando a abrazar este cambio, buscando maneras de hacer más con menos, optimizando el uso de recursos naturales y enfocándose en las necesidades esenciales de los consumidores.

 

Los principios de la innovación frugal 

La innovación frugal se fundamenta en la creación de soluciones simples, accesibles y eficientes, basándose en recursos existentes y evitando la reinvención de procesos innecesarios. Este enfoque busca resolver problemas de manera rápida y efectiva, con un énfasis en el uso eficiente de recursos y la capacidad de adaptarse a contextos cambiantes. 

Navi Radjou, uno de los ingenieros que acuñó este término, explica los principios de la innovación frugal y asegura que el primer principio es mantenerlo simple, lo que implica diseñar productos que sean fáciles de usar y accesibles para un público amplio, evitando la complejidad innecesaria. 

Un ejemplo que utiliza este ingeniero para explicar el concepto es el de la empresa de software de contabilidad Intuit, cuyos empleados pasan más de 10 mil horas al año observando a los clientes usar su software en su entorno cotidiano. A través de esta observación, Intuit ha aprendido a identificar las necesidades esenciales de sus usuarios, lo que les permite simplificar su software al centrarse en las funciones que realmente aportan valor. De esta manera, crean productos «suficientemente buenos» que pueden ser mejorados con el tiempo, pero que inicialmente cubren las necesidades fundamentales del cliente sin añadir características innecesarias.

El segundo principio es no reinventar la rueda. Esto implica aprovechar recursos, tecnologías y sistemas existentes en lugar de crear algo desde cero. Un buen ejemplo de este principio es el desarrollo del dispositivo portátil de electrocardiogramas (ECG) MAC 400 por parte de GE Healthcare, el cual mencionamos al inicio del texto. 

La historia del MAC 400 de GE Healthcare es un caso ejemplar. Ashish Shah, al mando de la organización de tecnología de GE en India, enfrentó un reto monumental: crear un electrocardiógrafo que pudiera funcionar en las duras condiciones de las áreas rurales indias. 

La respuesta del estudio de mercado fue clara: los clientes solo estarían dispuestos a pagar un dólar. Así, en lugar de adaptar productos globales, GE decidió diseñar algo a partir de lo ya existente. 

El equipo de investigación y desarrollo reutilizó una impresora utilizada en autobuses para imprimir boletos, logrando así reducir costos y simplificar el diseño.

El resultado: el MAC 400, un dispositivo portátil del tamaño de un teléfono fijo que funciona con pilas y puede realizar hasta 100 electrocardiogramas con una sola carga. 

Gracias a una inversión de medio millón de dólares y 15 meses de desarrollo, este aparato se convirtió en un éxito internacional, vendiendo cerca de cinco mil unidades en más de 50 países.

El tercer principio de la innovación frugal es pensar y actuar horizontalmente. En lugar de centralizar la producción y distribución en grandes fábricas o almacenes, la innovación frugal propone una expansión más ágil, con unidades más pequeñas y descentralizadas. 

Un ejemplo de esto que utiliza el ingeniero para explicar la importancia de actuar horizontalmente es el proyecto de Novartis, que está probando una mini planta de producción de medicamentos del tamaño de un contenedor de envío. Estas plantas son más eficientes que las fábricas tradicionales, producen más rápido y utilizan menos recursos, lo que las convierte en una opción ideal para áreas de difícil acceso donde se necesita una respuesta rápida para combatir brotes de enfermedades.  

“El sur global, o el mundo en desarrollo, fue pionero en la innovación frugal por pura necesidad. El norte, o el mundo desarrollado, ahora está aprendiendo a hacer más y mejor con menos, al tiempo que enfrenta sus propias limitaciones de recursos. Me encantaría que todos trascendiéramos la división artificial entre el norte y el sur y aprovechemos el ingenio colectivo de los innovadores de todo el mundo para crear conjuntamente soluciones frugales que mejoren la calidad de vida de todos, preservando al mismo tiempo nuestro planeta”, asegura Radjou. 

 

Cómo implementar la innovación frugal en tu empresa 

Implementar la filosofía de la innovación frugal en tu empresa puede transformar significativamente tu enfoque hacia el desarrollo de productos y servicios. Para comenzar, es crucial fomentar una mentalidad de creatividad con recursos limitados. Esto significa cultivar una cultura empresarial que valore la ingeniosidad y la resolución de problemas con los recursos disponibles, alentando a los equipos a pensar de manera no convencional y a buscar soluciones prácticas y accesibles.

Simplificar los productos y procesos es otro paso clave. Evalúa tus ofertas actuales para identificar áreas donde puedas reducir la complejidad sin sacrificar la funcionalidad. Diseña productos que sean fáciles de usar y asequibles, concentrándote en las características esenciales que proporcionan un valor real a los clientes. La simplicidad no solo reduce costos, sino que también mejora la accesibilidad y usabilidad.

Aprovechar los recursos existentes es fundamental. En lugar de desarrollar soluciones desde cero, explora cómo puedes utilizar o adaptar tecnologías y recursos ya disponibles. Esto puede implicar la reutilización de componentes, la integración de tecnologías existentes o la colaboración con otros sectores para mejorar la eficiencia. Busca maneras de combinar recursos de forma innovadora para lograr tus objetivos de manera más económica.

Considera la descentralización de la producción y distribución. Modelos más ágiles y descentralizados, como mini plantas de producción o redes locales de distribución, pueden reducir costos y aumentar la flexibilidad. La descentralización permite una respuesta más rápida a las demandas del mercado y optimiza el uso de recursos.

Colaborar con la comunidad y los clientes también es vital. Involucra a tus clientes y a la comunidad en el proceso de desarrollo para obtener perspectivas valiosas sobre cómo mejorar tus productos y servicios de manera económica. La colaboración puede fortalecer relaciones y asegurar que tus soluciones estén alineadas con las necesidades reales de los usuarios.

Finalmente, establece mecanismos para evaluar y mejorar continuamente. La innovación frugal es un proceso dinámico que requiere ajuste constante. Aprende de los éxitos y fracasos para refinar tu enfoque y adaptarte a nuevas oportunidades y desafíos, buscando siempre formas de optimizar y mejorar.

Adoptar la innovación frugal no solo puede reducir costos, sino también impulsar la creatividad y la sostenibilidad en tu empresa. Siguiendo estos principios, puedes desarrollar soluciones más accesibles y efectivas, alineadas con las demandas cambiantes del mercado y las expectativas de tus clientes.

 

Los retos de la innovación frugal

Aunque la innovación frugal ofrece un camino prometedor para la creación de soluciones accesibles y sostenibles, su implementación está lejos de ser sencilla, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMEs). Uno de los principales desafíos es la modernización tecnológica. Muchas PYMEs, tanto en Latinoamérica como en otras partes del mundo, carecen de los recursos y la infraestructura digital necesarios para implementar tecnologías de bajo costo que mejoren su competitividad. Esto se debe a una falta de acceso no solo a las herramientas tecnológicas, sino también al conocimiento y capacitación necesarios para utilizarlas de manera efectiva.

La integración de la automatización, la inteligencia artificial y la robótica está transformando industrias enteras, desde la agricultura hasta el sector de servicios. Sin embargo, muchas PYMEs no están preparadas para adoptar estos avances, ya que siguen operando bajo modelos tradicionales. Esta falta de digitalización impide que puedan aprovechar las oportunidades que la innovación frugal les brinda. Un ejemplo de esto se ve en el sector agrícola, donde tecnologías como los sistemas de control automatizados podrían mejorar la eficiencia de las operaciones a bajo costo, pero el acceso a estas herramientas es limitado.

Además, la brecha de habilidades es otro obstáculo crítico. La innovación frugal requiere que los trabajadores y empresarios sean capaces de adoptar un enfoque creativo y flexible para resolver problemas, algo que no siempre está al alcance de aquellos que no han recibido la formación adecuada. Las habilidades digitales, el pensamiento sistémico y la capacidad de adaptarse a cambios rápidos son esenciales para poder implementar soluciones frugales que sean sostenibles en el tiempo. 

A pesar de estos desafíos, existen ejemplos alentadores de cómo las PYMEs pueden superar estas barreras. Iniciativas como la adopción de blockchain en la industria cafetera en Colombia demuestran que, con las herramientas adecuadas, incluso los pequeños negocios pueden modernizarse y generar valor agregado. Para que la innovación frugal realmente prospere, es fundamental apoyar a las PYMEs en su transición hacia modelos basados en el conocimiento, fomentando una mayor digitalización y una cultura de aprendizaje continuo.

La innovación frugal nos recuerda que a veces, menos es más. En un entorno saturado de tecnología costosa y soluciones complicadas, esta filosofía demuestra que la verdadera creatividad surge al aprovechar al máximo lo que ya tenemos. En lugar de buscar soluciones grandiosas, la innovación frugal nos invita a simplificar y adaptar, abordando problemas con ingenio y eficiencia. Mientras los recursos son limitados, nuestras ideas pueden ser infinitas. 

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