A medida que la tecnología y la globalización transforman los sectores productivos, la desconexión entre lo que las universidades enseñan y lo que las empresas demandan es cada vez más evidente. Cada año, miles de jóvenes se enfrentan a un mercado laboral que requiere habilidades que no adquirieron en las aulas.
Sin embargo, esta brecha de habilidades no afecta solo a los recién egresados; los profesionales que ya están dentro del mercado laboral también están necesitando actualización constante. De acuerdo con el Foro Económico Mundial (FEM), se estima que para 2025 aproximadamente el 50% de la fuerza laboral mundial necesitará algún tipo de recapacitación debido a la automatización y la rápida evolución de las tecnologías. Este desajuste entre las habilidades que se ofrecen y las que se requieren, tanto en los nuevos empleados como en los trabajadores actuales, dificulta el crecimiento económico y la empleabilidad en muchos sectores.
Las habilidades de las que carecen los trabajadores no se limitan a las técnicas, sino que también abarcan las competencias a las que se les ha llamado blandas, entre las que se encuentran la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la adaptabilidad, esenciales en el mundo actual, ya que permiten a los empleados no solo cumplir con sus labores, sino también evolucionar con ellas y estar listos para enfrentar nuevos retos.
Las habilidades blandas, especialmente ausentes
De acuerdo con McKinsey & Company, los empleadores encuentran carencias en habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y comunicación entre los trabajadores, lo que ha impulsado a empresas como Boeing, Walmart e IBM a adoptar prácticas de contratación basadas en habilidades en lugar de requerir títulos universitarios, lo cual facilita la identificación de candidatos más capacitados, a la vez que mejora la retención del talento, ya que aquellos contratados por habilidades tienden a permanecer más tiempo en sus empleos.
La tecnología ha hecho que estas habilidades –las que probablemente nos hacen más humanos– sean aún más valoradas. Según un estudio de 692 profesionales de negocios, las habilidades interpersonales y los rasgos de carácter, como la integridad, son ahora considerados esenciales en el entorno laboral. A medida que la inteligencia artificial (IA) automatiza tareas como la investigación o la creación de contenido, las capacidades humanas de empatía, juicio y toma de decisiones éticas se vuelven fundamentales para el éxito.
Cómo la tecnología puede disminuir la brecha de habilidades
El avance tecnológico ofrece una oportunidad única para reducir la brecha entre las habilidades que el mercado laboral necesita, tanto entre los estudiantes que egresan como en los empleados que ya se encuentran en el campo laboral. En cuanto a los primeros, por ejemplo, es posible combinar innovaciones tecnológicas con nuevas metodologías educativas, para así preparar a los estudiantes de manera más integral, no solo en conocimientos técnicos, sino también en habilidades socioemocionales clave para destacar en el entorno profesional actual.
Otro empuje tecnológico lo constituyen las plataformas de aprendizaje en línea, las cuales se han convertido en un componente fundamental para la adquisición de habilidades clave. Plataformas como Coursera, edX, Udemy y LinkedIn Learning ofrecen una amplia gama de cursos y programas diseñados para cubrir las brechas en áreas como tecnología, negocios, liderazgo y comunicación. Estas plataformas no solo permiten a los usuarios acceder a contenido de alta calidad de forma flexible, sino que también utilizan inteligencia artificial para personalizar el aprendizaje y ajustarlo a las necesidades de cada estudiante, lo que facilita una experiencia de aprendizaje más efectiva.
En paralelo, la tecnología también ha permitido el desarrollo de simuladores y metodologías de aprendizaje. Por ejemplo, la realidad virtual y aumentada se utiliza para crear entornos de simulación en los que los estudiantes pueden practicar habilidades laborales sin los riesgos asociados al aprendizaje tradicional. Esto es especialmente útil en áreas como la medicina, la ingeniería o la arquitectura, donde los estudiantes pueden enfrentarse a situaciones prácticas que les preparan de forma más directa para su futura carrera profesional.
Este es el caso de la University of Maryland Global Campus, la cual ha implementado entornos de aprendizaje inmersivos en realidad virtual (VR), ofreciendo simulaciones realistas que permiten a los estudiantes practicar y perfeccionar sus habilidades en un entorno seguro y controlado. O el de la Colorado State University, la cual está utilizando simuladores avanzados que recrean escenarios médicos en un entorno de realidad virtual, proporcionando experiencias prácticas a los estudiantes sin los costos o riesgos asociados con métodos tradicionales.
A nivel de formación integral, también se está reconociendo la importancia de las habilidades socioemocionales, las cuales son cada vez más necesarias para los profesionales de hoy. Innovadoras plataformas digitales están siendo utilizadas para enseñar estas competencias, como la inteligencia emocional, el trabajo en equipo o la resiliencia, que permiten a los egresados adaptarse mejor a entornos laborales diversos y dinámicos.
Herramientas como Mursion permiten un desarrollo más integral de los estudiantes al mejorar sus habilidades sociales y emocionales mediante simulaciones de realidad virtual (VR) e inteligencia artificial. Los usuarios interactúan con avatares controlados por IA en situaciones reales como negociaciones o presentaciones, recibiendo retroalimentación en tiempo real. Por ejemplo, un gerente podría practicar una conversación compleja de feedback con un empleado, mientras que un profesional de ventas podría simular una llamada con un cliente difícil. El uso de VR permite que los usuarios se sientan realmente dentro de la situación, mejorando así su capacidad para manejar escenarios de alta presión y mejorar este tipo de habilidades.
A través de la integración de estas innovaciones, la brecha de habilidades puede reducirse y proporcionar a los egresados las herramientas necesarias para enfrentarse a las demandas del mercado y mejorar sus oportunidades de inserción laboral.
Una de las habilidades que merece mención aparte es la capacidad de comunicarse en inglés, la cual se ha convertido en una herramienta indispensable para los profesionales en todo el mundo. Esta habilidad es crucial no solo para interactuar en entornos internacionales, sino también para acceder a los recursos y tecnologías más avanzadas, que muchas veces solo están disponibles en este idioma.
El papel del inglés como barrera o puente
El dominio del inglés se ha convertido en una habilidad clave en el entorno globalizado, especialmente en carreras tecnológicas y científicas donde la mayoría de los recursos están en este idioma. Y en muchos países, incluso la falta de competencias en inglés limita las oportunidades laborales de los graduados. Un estudio de Pearson muestra que los hablantes avanzados de inglés pueden experimentar aumentos salariales de hasta un 80%, lo que subraya su valor como ventaja competitiva.
Además, el 40% de los encuestados en este estudio está aprendiendo inglés para mitigar el impacto de la inteligencia artificial en sus empleos, lo que resalta que el aprendizaje de idiomas no solo es una cuestión de comunicación, sino una estrategia para mantener la competitividad en un mercado laboral en rápida evolución. Una vez más, la tecnología y la innovación han facilitado este proceso mediante distintos medios, ya sea plataformas de aprendizaje de idiomas en línea como Duolingo y Babbel, que personalizan el contenido según las necesidades del usuario y hacen más accesible el aprendizaje o tecnologías emergentes como la realidad virtual (VR), la cual está revolucionando la enseñanza del inglés al ofrecer simulaciones que permiten a los estudiantes practicar en contextos realistas.
Programas como ENGAGE VR ofrecen entornos laborales simulados donde los usuarios pueden desarrollar confianza y fluidez antes de enfrentarse a situaciones reales, democratizando el acceso al aprendizaje de idiomas.
Proyectos en marcha
Ya que la falta de habilidades prácticas y laborales en los egresados universitarios de México es una problemática que impacta gravemente tanto a los recién graduados como a los empleados que ya se encuentran insertos en el mundo laboral como a las empresas, profesores de la segunda edición del programa “Maestros que dejan huella”, están desarrollando iniciativas que, a través de innovación, buscarán resolver y atender problemas relacionados con la enorme brecha de habilidades que existe en nuestro país.
“Maestros que dejan huella” es un programa, diseñado por la consultora iLab, el cual busca dotar de herramientas a los profesores para que sean capaces, junto con sus alumnos, de desarrollar proyectos sociales que sean rentables a la vez que solucionan problemas de sus comunidades.
Christian Abel Luna Valencia, profesor de la Universidad Intercontinental, aborda esta cuestión al identificar que un alto porcentaje de egresados considera que su educación superior no les proporcionó las competencias necesarias para insertarse con éxito en el mercado laboral.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados 2021 de la Universidad del Valle de México, el 54% de los egresados considera que la formación universitaria no cubre sus expectativas en términos de habilidades prácticas. Además, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) resalta que solo el 25% de los empleadores cree que los egresados están listos para el entorno profesional actual.
Las competencias que faltan incluyen habilidades técnicas y socioemocionales como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la adaptabilidad, todas esenciales para una integración exitosa al mercado laboral, lo cual no solo afecta a los egresados, quienes se enfrentan a mayores dificultades para acceder a empleo, sino también a las empresas que deben invertir recursos significativos en la capacitación de su nuevo personal.
Por otro lado, la docente Mariana Santillán Arroyo enfrenta el reto de la falta de competencia en inglés entre profesionistas, especialmente en sectores donde el dominio de este idioma es crucial para el desarrollo de proyectos internacionales y la competitividad empresarial. La escasa oferta de programas especializados y asequibles en inglés, junto con la falta de capacitación ajustada a las necesidades laborales reales, limita las oportunidades de crecimiento de los profesionistas y afecta la competitividad de las empresas en un entorno global, lo que repercute en el desarrollo económico de las comunidades, ya que las empresas pierden oportunidades de expansión y la economía local se ve restringida en su integración al mercado internacional.
Finalmente, Hugo Angulo Fuentes, de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, se enfoca en la falta de claridad en el proyecto de vida de muchos universitarios. Aunque algunos jóvenes logran definir su camino profesional, otros carecen de dirección, lo que genera frustración e incertidumbre. Este fenómeno es común en estudiantes que aún no tienen claro qué especialización seguir, lo que aumenta las probabilidades de no lograr una integración efectiva al mercado laboral. Además, los estudiantes con objetivos profesionales definidos se enfrentan a obstáculos debido a la falta de herramientas adecuadas para tomar decisiones informadas y avanzar de manera estratégica en su formación académica y profesional.
Al integrar tecnologías innovadoras y enfoques educativos flexibles, es posible cerrar la brecha de habilidades que actualmente limita el crecimiento y la competitividad en muchos sectores laborales. Las plataformas de aprendizaje en línea, la realidad aumentada y la simulación avanzada ofrecen caminos no solo para adquirir nuevas competencias, sino para adaptar la formación a las demandas cambiantes del mercado.
Iniciativas que combinan tecnología con métodos educativos innovadores ya están demostrando que es posible transformar el panorama laboral y disminuir la brecha de habilidades, pero este cambio necesita ser parte de una estrategia global que promueva la equidad en el acceso a estas oportunidades, ya que, no se trata solo de cerrar una brecha técnica, sino de redefinir cómo la educación y la formación pueden colaborar para forjar un futuro laboral más justo y preparado para los desafíos del mañana.