Vivir en 2020 sería como vivir una película de ciencia ficción.
En 2014, la BBC entrevistó a futurólogos sobre cómo sería el 2020, y estos aseguraban que el internet de las cosas estaría extendido en los hogares: tu cepillo electrónico te avisaría que necesitas al dentista, tu refrigerador te recordaría que te falta leche y te ayudaría a hacer el pedido.
Nuestra esperanza de vida sería de 100 años. Según Raymond Kurzweil, director de ingeniería de Google y uno de los futurólogos más conocidos de la actualidad, los seres humanos consumiríamos pocos alimentos porque pequeños robots estarían en nuestro torrente sanguíneo proporcionándonos los nutrientes necesarios. Nuestros objetos cotidianos como relojes, joyas y ropa, serían monitores de salud que nos diagnosticarían enfermedades y nos ayudarían a erradicarlas.
La agricultura sería vertical y controlada por inteligencia artificial, lo cual permitiría cultivar carne in vitro, evitaría la crueldad animal y permitiría evitar la contaminación tan elevada que genera hoy la agricultura.
Por su parte, al preguntarse cómo sería el 2020, el futurólogo británico Ian Pearson confiaba en que las máquinas no solo nos harían las tareas más cotidianas y nos habrían relevado del trabajo, sino que ya para 2020 existiría una computadora consciente con los niveles de inteligencia humanos y con algo que hoy suena más que imposible: emociones humanas.
En 2005, Space Adventures –la responsable de haber llevado a los primeros dos turistas espaciales a la Estación Espacial Internacional– anunciaba que para 2020 sería capaz de mandar turistas espaciales a la cara oculta de la Luna por 100 millones de dólares.
No hemos llegado tan lejos, pero estamos dando los pasos correctos
La realidad es que la inteligencia artificial ha avanzado más lento de lo que preveíamos. Los viajes vacacionales a la Luna nos quedan todavía muy lejos. Sin embargo, la capacidad de asombro nos ha permitido crear una visión optimista de un destino posible.
Esta capacidad de asombro nos ha llevado a desarrollar tecnología para alcanzar aquello que imaginamos. Y esta, es hoy un aliado poderoso para enfrentarnos a los retos que el 2020 nos plantea como seres humanos.
Otro futuro es posible.
Hemos avanzado en este sentido. La inteligencia artificial, la tecnología digital y los dispositivos móviles están hoy solucionando problemas tan relevantes como aquellos en materia de salud.
Sin embargo, esta tecnología está aún muy lejos de ser accesible para todos. Y para que esto suceda, es necesario que haya hombres y mujeres con las habilidades necesarias para desarrollar esta tecnología. Es necesario que esta esté al alcance de todos.
Precisamente a eso nos dedicamos en iLab. Somos un puente para que las personas se conviertan en un agente de cambio en su entorno. ¿Quieres conocer más sobre cómo estamos preparándonos para el futuro? Conoce más y descarga nuestro informe anual en este enlace.
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