En México, el coronavirus llegó más tarde que a otros países del mundo. Aún así, esta cuarentena nos ha llevado a temer por nuestro futuro y el de nuestra familia.
Ante lo desconocido viene el miedo. ¿Qué hacer durante la cuarentena? A veces puede venir la parálisis.
Las noticias nos bombardean con cifras, historias y declaraciones que nos hacen temer aún más y que no dejan ver alguna luz al final del camino.
Sin embargo, es importante evitar que el miedo nos paralice. Esta crisis tendrá un fin. Tendremos que salir a enfrentarnos a una nueva normalidad, muy distinta a la realidad que conocíamos antes de la crisis.
Estos momentos son difíciles pero precisamente los momentos difíciles son fértiles para la creatividad.
¿Por dónde empezar?
Primero, analiza el momento en el que te encuentras y piensa qué puedes hacer con lo que ahora tienes. Si tienes una empresa, seguramente ya estás pensando en el futuro y en cómo afrontarlo. Considera que el cliente que vas a atender o que incluso ya estás atendiendo no será el mismo que el que atendías antes de la pandemia.
Las nuevas formas de consumo orientadas a lo digital y la relación empresa-cliente que ha surgido no se limitará al corto plazo. Esta pandemia ha transformado la manera en la que nos relacionamos, compramos, y viajamos, y las empresas tienen que estar preparadas para ello.
Si no tienes empresa, ¿qué es lo que puedes hacer ahora para enfrentar el futuro?
Quizá lo que tengas ahora es tiempo, y eso es un activo invaluable. Plantéate qué puedes hacer con ese tiempo y cómo puedes mejorarte a ti mismo.
Está muy bien hacer ejercicio, cocinar, hacer actividades lúdicas. Sin embargo, para mirar hacia el futuro será necesario enfocar todas tus energías hacia algo que te prepare y te haga ser mejor profesional.
Los momentos de crisis favorecen la creatividad
En estos momentos, estamos viendo cómo la comunidad médica está tratando de adaptarse a los insumos que tiene, a las empresas fabricando ventiladores 3D, a los profesores dando clases en línea de maneras innovadoras. ¿Por qué? La terapeuta Alice Boyes busca darle respuesta en un texto para la revista Psychology Today y sostiene que hay varias razones por las que el ser humano reacciona de manera creativa ante las crisis.
Entre estas, que las personas piensan en cómo sus habilidades y recursos podrían aplicarse al problema a resolver. Y que ante el miedo, la creatividad es una defensa contra la sensación de impotencia.
De esta manera, poner tu mente a trabajar en nuevos proyectos o en capacitarte en aquello que las empresas están buscando puede ser una manera de afrontar de una manera constructiva esta crisis.
Ser «antifrágiles»
La incertidumbre que existe hoy es grande pero las crisis pueden traer oportunidades.
Nassim Nicholas Taleb, un investigador que se ha especializado en estudiar los problemas de la suerte, la incertidumbre, la probabilidad y el conocimiento, en su libro “Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden”, explica la manera en la que funciona la “antifragilidad”, como él le llamó a la capacidad no solo de resistir a los golpes, sino de mejorar gracias a ellos.
En su libro, Taleb divide al mundo en tres categorías: frágil, robusto y antifrágil. Lo primero es aquello que evita el desorden por miedo a sus consecuencias y en vez de mantenerse a salvo se hace más vulnerable, porque la crisis siempre va a llegar. Lo segundo es aquello que puede resistir los golpes sin cambiar lo que se es y lo último, lo antifrágil es justamente hacerse más fuerte y creativo y adaptarse a los nuevos desafíos.
¿Qué hacer durante la cuarentena para volvernos “antifrágiles”?
De manera inmediata, algunos podrán aportar soluciones inmediatas a la crisis, como esas empresas que han encontrado un nuevo giro que les está dando ingresos fabricando insumos médicos, otras que han podido sobrevivir dando un giro a su modelo de negocio o aquellos individuos que han podido aportar sus habilidades para resolver problemas inmediatos.
Pero ser antrifrágil implica pensar en el largo plazo. Así que si en este momento no puedes aportar directamente, piensa en el mañana y cómo podrías quedar “blindado” y la incertidumbre no te agarre por sorpresa otra vez. Capacitádote, buscando cómo generar más de una fuente de ingresos, haciendo un plan B en el caso de tu negocio no sobreviva a esta crisis.
Comienza a planear y a buscar soluciones, hay tiempo para ello en estos momentos.
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