Para 2025, el 50% de todos los empleados a nivel mundial necesitarán actualizarse, a medida que aumenta la adopción de tecnología, de acuerdo con el último informe sobre los trabajos del futuro, hecho en 2020 por el Foro Económico Mundial.
Es decir, que del 2020 que fue hecha esta investigación hasta el 2025, las cosas habrán cambiado tanto gracias a tecnologías como inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, metaverso y otras tecnologías afines, que las habilidades que hoy tenemos los profesionales no serán suficientes para enfrentar el mundo laboral que nos espera para la mitad de la década.
Más allá de las competencias técnicas que se necesitan para desempeñar cualquier trabajo, este mundo en el que estamos inmersos exige el desarrollo de habilidades a las que se les ha llamado “blandas”, las cuales permiten a las personas aprovechar su potencial humano frente al cada vez mejor desempeño de las máquinas y de la tecnología.
Actualmente, habilidades como pensamiento analítico e innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico y análisis o creatividad, original e iniciativa, son más deseables entre los trabajadores que aquellos conocimientos técnicos sobre cualquier oficio en general.
En este contexto, ¿qué es lo que necesitan los profesionales que egresarán en 2025 para ser competitivos en el mercado durante los años siguientes?
Esta es la misma pregunta que los directivos de la Universidad del Valle de México (UVM) se hicieron en 2018, cuando, frente a todos los cambios tecnológicos, se cuestionaron cuáles serían las competencias necesarias para que sus egresados pudieran ser productivos y no terminar desempleados al finalizar su formación.
“Desde 2018, tuvimos que hacernos este tipo de preguntas, y estas preguntas nos llevaron a iLab, tuvimos reuniones y entonces hicimos una alianza académica entre el know how de iLab y nosotros, de esta manera pudimos llevar todos los conocimientos a un nivel curricular”
“La visión de iLab nos favoreció mucho porque es una visión futurista, y nosotros, con la visión de desarrollar habilidades blandas, hicimos clic”, explica Ricardo Castro, director de Innovación Académica Institucional de la Universidad del Valle de México y encargado del proyecto de rediseño curricular de la universidad.
Este trabajo duró poco más de un año, durante el cual iLab elaboró los contenidos de las asignaturas que cursarían los alumnos de la universidad –los cuales ascienden a 100 mil– mientras que los encargados de esta preparaban la plataforma necesaria para transmitir los conocimientos a sus estudiantes cuando llegara el momento de hacerlo.
“Junto con iLab, articulamos seis asignaturas, e hicimos un proyecto que contempla materias donde el alumno se pregunta dónde estoy, quién soy, cómo me puedo transformar y cómo puedo aportar a la sociedad”, explica Ricardo.
Conoce otros casos de éxito de iLab en innovación educativa, dando clic aquí.
Estas son las materias diseñadas por iLab e impartidas a alumnos de todas las formaciones de la Universidad del Valle de México (UVM):
Empatía para resolver: Los alumnos desarrollan las habilidades de un profesional empático –tales como el pensamiento analítico y multidisciplinario– las cuales ayudan a crear soluciones integrales y escalables a los problemas de impacto global más urgentes.
Solucionar para cambiar: En esta asignatura, los estudiantes ponen a prueba su capacidad de creatividad, innovación y negociación, al desarrollar una historia que describa una problemática relevante, a través del desarrollo de una visión empática para con todos los que están involucrados. Ahí, aprenden a aplicar metodologías de creatividad, innovación y diseño centrado en las personas, para transformar la historia incorporando una solución que considere a todos.
Transformar para impactar: En esta materia los estudiantes aprenden diversas metodologías y modelos de innovación para buscar tener un impacto mucho más estratégico y de largo plazo en el entorno. Aprenden a pensar fuera de la caja, a realizar trabajo colaborativo y a confiar en la inteligencia colectiva. Además, aprenden herramientas que se usan en los negocios para mantenerse a la vanguardia en productos, servicios y formas de gestión.
Diseñar para compartir: Los alumnos aprenden sobre la importancia de la sustentabilidad e inclusión enfocada en los negocios. Además, comprenden las ventajas de trabajar bajo un enfoque de colaboración e inclusión, y a que este siempre da mejores resultados.
Integrar para masificar: Se les proporciona a los alumnos la información más importante sobre las tecnologías exponenciales y el internet de las cosas (IoT), y se les ayuda a que alcancen una visión mucho más amplia de la forma en que se puede transformar y mejorar la vida de las personas a través del desarrollo de negocios de impacto, centrados en las necesidades de los usuarios y apoyados de la tecnología.
Resolver para escalar: Los alumnos aprenden cómo la simplicidad ayuda a no gastar tiempo ni energía en cosas que no son relevantes para la correcta ejecución de proyectos; asimismo, confirman que la relevancia de la innovación y el liderazgo a la hora de generar ideas y soluciones creativas para la atención de problemas sociales y para la creación de modelos de negocio sostenibles y escalables.
Estas materias son acompañadas de 20 metodologías y de herramientas ágiles que permiten a los alumnos ir desarrollando ideas hasta convertirlas en soluciones.
Si quieres conocer más sobre las 32 metodologías que usamos en iLab, da clic aquí.
“En iLab son disruptivos, de hecho, rompimos el nombre de las materias y les pusimos nombres como ’empatía para resolver’ o ‘solucionar para cambiar’. Con eso, nos la jugamos para presentarlo a la SEP, en donde son más tradicionalistas, pero al final, aceptaron”, cuenta Ricardo, quien hoy se encuentra elaborando una tesis de doctorado en la que documenta esta reestructuración realizada de la mano de iLab.
Estas asignaturas fueron incorporadas a la currícula de todos los programas que se imparten en la Universidad del Valle de México, desde los de licenciatura hasta aquellos relacionados con otras formaciones como diplomados, por lo que los alrededor de 100 mil alumnos, que hoy cursan alrededor de 140 planes de estudio, tienen acceso a contenidos orientados a convertir a los estudiantes en solucionadores de problemas, capaces de enfrentar cualquier reto global y proponer soluciones innovadoras.
Para la UVM, estas materias son un “ícono de diferenciación” respecto de las otras universidades, sostiene Ricardo, porque a pesar de que otras instituciones también están innovando, en cuanto a innovación educativa hay mucho todavía qué hacer.
Cada cuatro meses, se capacitan docentes para que puedan impartir las materias elaboradas en colaboración de iLab, las cuales se dan en línea para todos los alumnos de distintas formaciones. Hasta el momento, se han capacitado alrededor de 300 maestros.
“Hubo maestros que desde el principio quedaron fascinados, y algo común que escuchamos cuando pedimos retroalimentación es que están encantados, les gustan mucho estas materias porque se salen del modelo tradicional y por la forma en la que se va transformando el alumno en uno proactivo, que presenta soluciones y proyectos que sí se llevan a cabo”, señala Castro.
Si quieres conocer más de iLab, da clic en www,ilab.net
Sobre iLab:
iLab es una consultora especializada en innovación que desde su creación en 2014, se ha convertido en un catalizador que ha transformado la vida de cientos y que ha demostrado que una mente innovadora puede ser desarrollada sin importar el perfil profesional o nivel socioeconómico de las personas.
Actualmente desarrolla consultoría y programas de impacto social al enseñar cómo innovar en el diseño de empresas en Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Uruguay, Panamá, Perú y México, y con consultores con base en España, atiende proyectos para toda la región europea. iLab ha sido merecedora de varios reconocimientos, entre ellos, el Premio Nacional del Emprendedor como organismo promotor del emprendimiento.
