Entender y resolver los desafíos del mundo a través de la colaboración y la empatía: Entrevista con Marcelo Ranzoni, el profesor que inspira a los jóvenes a resolver problemas que aquejan a la comunidad 

La labor de este profesor argentino demuestra que ponerse en los zapatos del otro y trabajar de la mano son la base para transformar el mundo.

Mariana F. Maldonado

Periodista especializada en innovación.
Oct 2, 2023

Los problemas del mundo moderno son vastos y diversos. El cambio climático amenaza nuestro entorno natural, la desigualdad social persiste en muchas partes del mundo y la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, planteando interrogantes éticas y sociopolíticas. Ante esta complejidad, es imperativo que las nuevas generaciones se involucren activamente en la identificación y resolución de estos desafíos.

Luego de varias décadas de enseñanza, Marcelo Ranzoni está consciente de esta urgente necesidad y ha dedicado su carrera a empoderar a jóvenes estudiantes para que se conviertan en agentes de cambio.  

Su iniciativa, llamada “Empatizando“, es un ejemplo de cómo la educación puede ser un catalizador para la transformación social. A través de este programa, los alumnos de la Escuela Técnica Ort, en Buenos Aires, Argentina, tienen la oportunidad de desarrollar proyectos tecnológicos con un enfoque en el impacto social.

 

“Busco que los estudiantes sean críticos, que las actividades que hagamos los desafíen permanentemente para que se motiven, y que puedan equivocarse y aprender de ello, que entiendan por qué están implementando eso que están haciendo. Trato de transmitirles la pasión por lo que hacen, porque al final, lo que recuerdan del docente es la persona, no los conceptos”, explica en entrevista con iLab. 

 

Sin embargo, la labor de Ranzoni va más allá de la simple creación de proyectos. Él entiende que para abordar de manera efectiva los problemas globales, primero es necesario que los alumnos abran su perspectiva y entiendan que en el mundo todos somos diversos, para que a partir de ello, puedan desarrollar soluciones efectivas para las personas y problemáticas del mundo. 

 

 

“Tomo como eje central la empatía, que para mí es un motor que nos permite hacer todo lo que hacemos, y parto con los estudiantes del tema de la diversidad. De que la diversidad es inherente al ser humano y que cada uno somos diversos. Esta nos atraviesa en todos los aspectos. Armo grupos de trabajo donde se arman debates, se ponen situaciones incómodas donde surgen comentarios discriminatorios, para que ellos puedan escucharse”, explica el docente. 

 

Al inicio del trabajo en Empatizando, los alumnos asisten a varias reuniones de este tipo, debido a que es fundamental que comprendan a profundidad la importancia de la diversidad y así posteriormente puedan acercarse a cualquier minoría y ser capaces de escuchar de manera efectiva a las personas que están sufriendo el problema al cual le van a buscar solución a través de su proyecto. 

Este enfoque en la empatía y la comprensión es fundamental para que los jóvenes desarrollen soluciones que sean efectivas y sostenibles.

“Genero toda esta base y andamiaje, entonces yo tengo total tranquilidad de que cuando tenemos una reunión y del otro lado hay una persona con discapacidad intelectual, o una persona ciega, no va a haber ninguna situación o comentario que ponga incómoda a la persona, porque los estudiantes lo toman con total naturalidad” explica. 

Ranzoni lo tiene bien planeado y trabaja de manera esquemática la empatía porque entiende que el primer paso es la capacidad de reconocer y comprender las emociones de los demás. Esto implica que sus estudiantes aprenden a ponerse en el lugar del otro, tratando de comprender lo que piensan y sienten, sin necesariamente implicar sus propias emociones.

Luego, avanza hacia la empatía emocional, donde se profundiza en las dimensiones emocionales de la experiencia ajena. Esto permite que los estudiantes sean sensibles a lo que sienten o viven los demás, lo que es esencial para responder de manera adecuada a lo que puedan solucionar o aportar.

Ambas etapas, la empatía cognitiva y la empatía emocional, culminan en la solidaridad empática. Los estudiantes que alcanzan este punto en el proceso empático se sienten motivados a la acción, aportando su esfuerzo por ayudar de manera incondicional, espontánea y desinteresada.

Este enfoque de Ranzoni en el desarrollo de la empatía no solo permite que sus estudiantes comprendan mejor a los demás, sino que también los motiva a actuar para derribar barreras y contribuir al bienestar de quienes les rodean.

Por esto, los estudiantes que pasan por su programa no solo adquieren habilidades tecnológicas valiosas, sino que también desarrollan una conciencia crítica y un sentido de propósito.

Posteriormente, los estudiantes están listos para empezar a trabajar en el proyecto que llevarán adelante en Empatizando. Así que empiezan a conocer a fondo los problemas a resolver y a analizarlos en su contexto. 

Los proyectos que surgen de esta colaboración son impresionantes:  desde una aplicación desarrollada de la mano con Microsoft diseñada para ayudar a personas con dislexia a leer y escribir con mayor facilidad, y que ya está en más de 35 países, hasta una plataforma que estimula a adultos mayores en el reconocimiento de personas y objetos para mejorar la memoria.

En un mundo donde las soluciones a problemas complejos a menudo requieren una combinación de tecnología y comprensión humana, iniciativas como la de Marcelo Ranzoni son cruciales. Empoderar a los jóvenes para que se conviertan en agentes de cambio con un enfoque en la empatía y la comprensión es el camino hacia un futuro más esperanzador y equitativo. Los desafíos son grandes, pero con educadores inspiradores, el potencial para un cambio positivo es ilimitado.

 

La colaboración, fundamental para el éxito de los proyectos 

 

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Una parte muy importante para que los proyectos lleguen a buen puerto es el trabajo conjunto entre pares. La interdisciplinariedad, la colaboración entre alumnos de distintos grados y la experiencia del docente son pilares fundamentales en el desarrollo de proyectos de impacto social como los que impulsa Marcelo Ranzoni. Estos elementos se entrelazan de manera sinérgica y juegan un papel crucial en el éxito y en su efectividad.

La interdisciplinariedad permite que los estudiantes aborden problemas complejos desde múltiples ángulos. Al colaborar con personas de diferentes disciplinas, los estudiantes pueden identificar soluciones más innovadoras y completas. Además, trabajar directamente con organizaciones sociales y personas que enfrentan las problemáticas brinda a los estudiantes una comprensión profunda de las necesidades y desafíos reales, lo que les ayuda a crear soluciones más adecuadas y efectivas.

Además, la colaboración entre estudiantes de diferentes grados fomenta el aprendizaje entre pares. Los más experimentados pueden mentorizar a los menos experimentados con relación a los conocimientos académicos, pero en general, en lo que a Empatizando respecta, como un espacio en el que no se califica académicamente sino solo se desarrollan proyectos que apoyen a la comunidad, se crea un ambiente de aprendizaje mutuo, debido a que los estudiantes pueden aprender de todos con relación a las habilidades necesarias al desarrollo de proyecto de impacto social, independientemente del grado que estén cursando.

En este contexto, Marcelo Ranzoni guía a los estudiantes en el proceso de identificar, investigar y abordar problemas sociales, y les muestra cómo aplicar sus habilidades y conocimientos de manera efectiva para crear un impacto positivo en la sociedad.

Cuando se combinan estos elementos, se crea un ambiente propicio para la generación de proyectos de impacto social sólidos y sostenibles, ya que los estudiantes pueden fusionar su creatividad, conocimiento técnico y comprensión de la realidad social para desarrollar soluciones que no solo sean innovadoras desde un punto de vista tecnológico, sino que también estén arraigadas en la empatía y la comprensión de las necesidades de la comunidad. 

“La docencia es un camino de doble sentido, donde tanto los estudiantes como yo aprendemos mutuamente. Es esencial fomentar la crítica entre los estudiantes, ya que sus perspectivas enriquecen mi propio conocimiento. La enseñanza va más allá de la mera transmisión de contenidos académicos; ser docente implica un compromiso mayor. Aquí radica la clave: en el desafío constante, la pasión y la sinceridad”, asegura. 

En un mundo plagado de desafíos complejos, Marcelo Ranzoni ha demostrado que la educación puede ser un motor de transformación social. Su enfoque en la empatía, la colaboración y la comprensión mutua impulsa a los jóvenes a convertirse en agentes de cambio con una visión más amplia, y los proyectos que surgen de esta colaboración reflejan el poder de combinar tecnología con empatía humana para abordar problemas sociales apremiantes.

Este enfoque, respaldado por la interdisciplinariedad y la experiencia del docente, crea un ambiente propicio para desarrollar soluciones sólidas y sostenibles.

La labor de Marcelo va más allá de la transmisión de conocimientos; inculca una conciencia crítica y un sentido de propósito en sus estudiantes, allanando el camino hacia un futuro más esperanzador y equitativo.

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